El programa de cooperación permite afrontar tareas atrasadas
09 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«Estabámolos esperando como auga de maio», asegura el alcalde de Corcubión, Francisco Javier Lema, quien al igual que la mayoría de los regidores de la zona escudriñaba ayer por la mañana los planes de cooperación de la Xunta, publicados en el DOG, para ver cuánta gente y de qué modo podrán contratarla para mantener servicios que son esenciales este verano.
«Aquí xubilouse un traballador por invalidez e só temos unha persoa na rúa, un xardineiro, dúas limpadoras a media xornada e un electricista», explica Lema, que por las dimensiones y recursos de su Concello es de los que tiene más problemas para cubrir las necesidades básicas del municipio.
Como él, el resto de alcaldes de la zona, con la ayuda de los técnicos de empleo, buscan la forma de obtener el mayor número posible de las 1.850 plazas que ayer convocó la Xunta, que en esta ocasión ofrecen hasta un 15 % de incremento en las subvenciones para los proyectos compartidos entre varios ayuntamientos y para quienes contraten víctimas de la violencia machista.
Así, su homóloga en Cee, Zaira Rodríguez, confía en que el trato diferencial prometido para los que perdieron el Grumir les permita contar con una brigada de emergencias, aunque sea más pequeña, pero también necesita personal para obras, socorristas y algún apoyo en cultura y turismo para mantener el punto de información.
«O que queremos, igual que coa limpeza de praias da Deputación, é ter as bases para empezar canto antes o proceso de selección, porque non ten sentido iniciar estes traballos en agosto, xa que nos fan falta antes. Eu confío en que para mediados de xuño poida estar a xente contratada», afirma Rodríguez.
Para evitar estos retrasos «e que non se repita o do ano pasado», el regidor malpicán, Eduardo Parga, reservó una partida propia con la que contratarán a los socorristas y el dinero de la Xunta lo emplearán en tareas de limpieza y medio ambiente.
También en Cerceda, según explica la concejala Begoña Rodríguez, destinarán las ayudas a mejorar la red viaria, mientras que el alcalde de Cabana, José Muíño, tratará de reeditar la cuadrilla de pronto auxilio del año pasado, con seis personas, que además de tareas de mantenimiento, se ocuparán de vigilar las zonas más afectadas para evitar que se produzcan más robos de cobre.
En cambio, en Ponteceso, José Luis Fondo, esperará por los fondos de la Xunta para contratar «un grupo de entre 14 y 16 socorristas», al igual que en Fisterra, donde piensan emplear menos número de personas, pero también necesitan estas plazas para atender las playas.
En la comarca de Soneira, los regidores de Vimianzo y Camariñas, necesitan operarios para limpiezas viales y Medio Ambiente, sobre todo, mientras que el alcalde de Zas, Manuel Muíño, confía en construir un muro en Loroño y arreglar varios centros sociales.