«Las cifras golpean». Txus replica a los que ponen en duda el futuro del rock duro: «Cuando hay una banda que ha hecho 51 conciertos por Latinoamérica como acabamos de hacer nosotros, cosa que no ha hecho ni va a hacer nunca Bisbal, Amaral o La Oreja de Van Gogh... En este país el rock duro todavía es como una submúsica, todavía hay mucho inculto musical».
-Llegan a Pontevedra con un nuevo trabajo debajo del brazo, «Hechizos, pócimas y brujería».
-Este es el disco más importante de la carrera de Mägo de Oz desde hace muchísimo tiempo...
-Parece el tópico de cualquier roquero con un disco nuevo.
-Sí, pero es que cuando el cantante de toda la vida ya no está, ¿el primer disco con uno nuevo es muy importante? Pues en este trabajo presentamos a Zeta. Es cierto que había muchas dudas entre nosotros, en él, en el público, entre los empresarios... Después de 51 conciertos en Latinoamérica y Estados Unidos, y cuatro o cinco en España, las dudas se han despejado. Tienes razón en que los músicos normalmente dicen «es nuestro mejor disco», pero es que de otra manera no eres un gran vendedor y, segundo, no te has esforzado demasiado.
-¿Qué es lo que se van a encontrar los que vayan al concierto?
-La música de las meigas, la música de la noche, la música de la magia celta. Quiero que la gente cierre los ojos durante dos horas y media y olvide los problemas personales, los problemas económicos y el accidente del tren, y que sean felices. Ese es nuestro trabajo. Nos dejamos la piel en el escenario. No somos de los que están una hora, cobran el caché y se marchan. Somos unos obreros del rock.