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Circo, proyecciones, música, misa y comida para dinamizar la ciudad
16 sep 2013 . Actualizado a las 06:00 h.La Ciudad de los Muchachos no se da por vencida. Los conflictos de antaño por el uso de los terrenos, las diferencias entre colectivos vinculados a los orígenes de Benposta y la desaparición de Jesús Silva condenaron el proyecto a un silencio y una inactividad hiriente. Con el paso del tiempo, el recinto de Seixalbo ha sido testigo del regreso de algunos de sus antiguos moradores, cada vez son más los colectivos que apuestan por revivir la vieja utopía y festivales como Reperkusión o el Derrame Rock pusieron de nuevo sobre la mesa las posibilidades y potencialidades de las instalaciones de Benposta.
Poco a poco va reanimándose la antigua Ciudad de los Muchachos: se retoma la formación de artistas para el circo, la joya de la corona del proyecto, y algunos de los participantes en los festivales de música, como es el caso de Manu Chao, se han implicado para que el circo pueda actuar en varios países.
Celebración de sus 57 años
Tal día como ayer, 57 años atrás, nacía el sueño promovido por el Padre Silva y en Benposta se quiso conmemorar la ocasión con un amplio programa de actividades que cumplió con su cometido: dar una nueva vida a las instalaciones de la Ciudad de los Muchachos y atraer a los ourensanos a uno de sus escenarios emblemáticos: Benposta.
Una misa en memoria de Jesús Silva fue una de las actividades llevadas a cabo por la mañana en la ciudad, programa matinal que concluyó con una comida campestre con animación infantil y música. Por la tarde se llevaron a cabo proyecciones, se celebró una gala en la que participaron los artistas del nuevo Circo de los Muchachos y hubo conciertos de grupos musicales y charangas. Paralelamente, el Liceo acoge una exposición sobre la historia de Benposta.