El PSOE une sus votos al PP para que el polémico monumento se mantenga

La Voz

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30 sep 2014 . Actualizado a las 00:00 h.

No fue ayer la primera vez que el debate sobre la desaparición de la cruz de O Castro llegaba al pleno municipal. Hace un año se presentó una moción favorable a su eliminación suscrita igualmente por el BNG, que fue derrotada por los votos del PP, muy superiores a los del BNG ya que el PSOE se abstuvo. En estos meses las cosas han cambiado mucho y los socialistas decidieron ayer dejarse de posturas intermedias y votaron unidos a los populares en contra de su retirada.

Este cambio fue perceptible en el ambiente más tenso que rodeó el debate, sin duda debido a que con la sentencia del juez vigués Antonio Martínez Quintanar el alcalde socialista de Vigo lo tenía muy fácil para retirar el polémico símbolo. Como ha elegido la vía de contentar al sector ciudadano reacio a este tipo de medidas, claramente situado en la derecha, la crispación ha sido inevitable.

Buena prueba fue la asistencia a la sesión de un grupo de miembros de la Asociación pola Memoria Histórica do 36 que abuchearon las intervenciones de Carlos Font, portavoz socialista, y de José Manuel Figueroa, del PP. En los momentos más duros del debate tildaron de «falangistas» hasta hartarse a los concejales del PSOE.

Desde el campo socialista se buscaron argumentos de todos los pelajes ya que combatían no solo contra el grupo minoritario sino también contra una sentencia, que no es firme, pero eso solo porque el alcalde ha decidido recurrirla. También recordaron que en esta ciudad hubo un alcalde del BNG (Lois Castrillo, 1999/2003) que no tomó decisión alguna sobre el polémico monumento. Igualmente, que en otras ciudades, como Pontevedra, cuyo alcalde también es del Bloque, nada se ha hecho con una cruz similar existente en la Alameda de la capital provincial.

Por supuesto, Font no dejó de lado argumentos de una obviedad aplastante como que «es tan legítimo presentar en los tribunales una demanda para que se tire la cruz como recurrir la sentencia en una instancia similar». Hasta ahí todo bien, pero cuando el portavoz socialista añadió el argumento preferido del alcalde, el de que «es una cruz y solo una cruz», arreciaron los gritos de «demagogo» y «lévala para a túa casa se tanto te gusta» de parte del público.

Del lado popular se intentó evidenciar su rechazo a la retirada sin dejarse muchos pelos en la gatera, lo que consiguió solo a medias ya que su posición no sorprende a nadie. Figueroa dijo que apuestan «por no entrar en debates que dividan a los vigueses», lo que indudablemente quiere decir que apuestan por dejar las cosas como están.

En estas condiciones, la portavoz nacionalista, Iolanda Veloso, señaló que «é unha mágoa pensar que unhos pelexaron tanto para morir na beira». Por último, dejó claro que no es el único símbolo franquista que existe en la ciudad, mostrando fotos de los que adornan Aduanas o la sede de la sociedad de estibadores, entre otros.

«Algunos peleamos por la democracia; otros hablan mucho pero hacen muy poco»

Abel Caballero

Alcalde

«É sorprendente que o alcalde insista en dicir que é unha cruz cando é un símbolo franquista»

Iolanda Veloso

Portavoz nacionalista