«En la música no importan tus padres, importa si vendes discos»

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Ha coqueteado con la moda y el cine. O quién sabe si ha sido al revés. Finalmente la ha conquistado la música. Ser hija del famoso escritor, sin duda, marca un camino

31 mar 2017 . Actualizado a las 06:00 h.

Decía Paul Auster que para él escribir no era una cuestión de libre albedrío sino un acto de supervivencia. Es muy posible que su única hija, Sophie (Nueva York, 1987), contemple la música desde una perspectiva semejante. No en el sentido literal ni material, desde luego, sino como medio que le posibilita expresar sus inquietudes creativas en un entorno ajeno al que se le presuponía heredado. Con 16 años Sophie Auster grabó un primer disco en el que ponía su seductora voz a poetas surrealistas franceses. Podría haber sido solo un capricho. Como el cine o la moda. Pero en el 2013 se despachó con un epé ya con composiciones propias, refrendado dos años después por Dogs and Men, su primer disco largo, y ahora por el inminente Next Time, producido por Tore Johansson (New Order, Franz Ferdinand, The Cardigans).

-Desde su primer disco hasta que grabó sus propias creaciones pasaron casi 10 años. ¿Qué le impulsó a dar ese paso?

-Durante ese tiempo trabajé duro en la escuela de música, escribí canciones y actué alrededor de Nueva York cultivando el sonido que pretendía. Quería asegurarme de ofrecer algo de lo que estuviera orgullosa. Y eso lleva su tiempo.

-Musicalmente se sitúa en un difuso territorio entre el pop, el folk y hasta cierta psicodelia. ¿Le seducen los contrastes?

-Claro, no quiero escribir el mismo tipo de canciones una y otra vez. Mis artistas favoritos tienen diferentes modos de escribir y fusionan muchos géneros. Eso me parece más interesante y creativamente más satisfactorio.

-Cualquiera podría pensar que lo tiene todo: es guapa, hija de padres famosos, viaja, es modelo, actriz, reconocida en la música… ¿Cuáles son sus secretas ambiciones?

-No tengo ambiciones secretas. Simplemente quiero seguir llegando a más gente con mi música. Esa es ahora mi principal ambición.

-¿Cuáles son las dificultades que encuentra para conseguirlo?

-El mundo de la música independiente es duro y ha cambiado mucho en los últimos años. Voy a una reunión y lo primero que me preguntan es que cuántos seguidores tengo en mis redes sociales. Tener un seguimiento masivo no es un reflejo de si tengo talento o no. Es una pena que la industria creativa juzgue así a los artistas. Mi compromiso es permanecer fiel a quién soy y así lo haré. Me da igual si no encajo en el molde que la industria quiere. Mantener esta postura en ocasiones me ha ayudado pero también me ha hecho daño.

-¿En qué le ha ayudado y en qué le ha perjudicado ser hija de quien es?

-Vengo de una conocida familia de escritores y entiendo que eso sea interesante para la gente, pero en el mundo de la música no me ha abierto muchas puertas. A la industria musical eso no le importa en absoluto. A ellos lo único que les importa es si puedo vender discos y dar conciertos.

-¿Se atreverá algún día a ponerle música a algún texto de sus padres?

-En una ocasión cogí unos textos que mi madre (Siri Hustvedt) había escrito y empecé a ponerles música. Fue interesante porque me di cuenta de que sus letras, aunque hermosas, no encajaban bien y necesitaba simplificarlas para que se convirtieran en una canción. Desde entonces no lo he vuelto a intentar, pero sí que lo haría. Eso sí, tendríamos que sentarnos juntas en una habitación y trabajar duro.

-¿Siente que ha tenido un «vida en rosa», como han escrito sobre usted?

-Siento que tengo suerte y soy consciente de los privilegios con los que he crecido, pero vivo con los pies en el suelo. Mantengo mucho control sobre mi carrera y eso requiere mucha dedicación y tiempo. ¿Cómo me ven los demás? No lo sé ni tampoco me importa demasiado. Yo no me veo desde afuera porque vivo desde dentro.

-Nunca ha escondido sus tendencias políticas de izquierdas. ¿Cómo está viviendo lo que está ocurriendo en su país con la llegada de Trump?

-Lo de Donald Trump es una pesadilla. Lloré cuando fue elegido. Es un tipo completamente indigno de confianza. Hay muchísimas cosas que me preocupan de cara al futuro: la salud, la inmigración, el medio ambiente, nuestras relaciones exteriores y los crecientes ataques de odio relacionados con la raza. Me temo que lo que pretende es minar las normas que sustentan nuestra democracia liberal.

HOY, 20.30. SANTIAGO. TEATRO PRINCIPAL ENTRADAS 15,60 EUROS