Tres décadas de «rock&roll star»

C. Crespo

FUGAS

ALBERTO LÓPEZ

«Salud y rock&roll», proclama Loquillo desde el cartel de su última gira. En el asunto roquero bien sabemos cómo se las gasta. Y de su buena forma dan fe los carteles de «sold out» que cuelgan en las taquillas de la Pelícano y del Mar de Vigo.

24 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay una estrella del rock and roll en este país, ese es José María Sanz. O su personaje, Loquillo. Adorado y denostado a partes iguales, la suya es una leyenda de manual. Bocazas, como dicta la norma del malditismo roquero, pero sobrado de carisma. Astuto como pocos. Un forajido de lo convencional que ha sabido hacer una carrera sólida ajustándola en todo momento con destreza trilera a su imagen y semejanza.

Loquillo ha sido capaz de mantener durante 30 años como un icono del rock español. No es tarea sencilla. Para lograrlo ha necesitado reinventarse en varias ocasiones.

Cuando los críticos -que no los fans, que siempre lo han seguido con lealtad cuasi inquebrantable- auguraban su ocaso, el músico catalán se sacaba un as de la manga y sorprendía a propios y extraños con propuestas musicales asombrosas, siempre desde su particular actitud.

Y cuando eso no ocurría, tiraba de cancionero. Porque si algo, además de altanera chulería, tiene Loquillo es un repertorio impagable. Principalmente el que proviene de su primera etapa, aquella que firmó junto a Los Trogloditas y a la vera de aquel deslumbrante creador de himnos que era Sabino Méndez.

De aquella conjunción de talento y actitud surgieron canciones que han sido ya elevadas a la condición de clásicos por un par de generaciones. Y si no esperen a que suenen Cadillac solitario, La mataré, El rompeolas o Todo el mundo ama a Isabel.

Trabajador incansable, dicen que disciplinado y tenaz, en estos 30 años Loquillo no ha dejado indiferente a casi nadie. Ni a sus fans, a los que ha llevado de la mano por buena parte de las vertientes del rock, ni a sus detractores, que son muchos y feroces, y a los que de forma recurrente rompe los esquemas destapando sus múltiples facetas o desconcertando con sus cambios de sentido, su salidas de tono y sus aventuras extramusicales. Genio y figura, en definitiva. Y Loquillo tiene mucho de lo uno y de lo otro.

HOY, 23.00. A CORUÑA. SALA PELÍCANO. ENTRADAS AGOTADAS

MAÑANA, 21.30. VIGO. AUDITORIO MAR DE VIGO. ENTRADAS AGOTADAS