La inspiración que viene de China

C. Pereiro

FUGAS

cedida

La literatura del país asiático permite conocer la historia de una sociedad que simula lejana,
pero que sin embargo parece estar llamada a convertirse en la primera potencia mundial

02 ago 2020 . Actualizado a las 10:43 h.

Es difícil, ciertamente, saber qué leer en ciertas ocasiones. Lo es por muchos motivos: una pila de libros pendientes, un mercado repleto de novedades, la imposibilidad empírica de leer todo lo que queremos... Así, puede sonar hasta poco realista la creación de este tipo de artículos en los que se busca la recomendación de otra casi decena de obras, pero el dicho es el que es: mejor que sobre y no que falte. ¿Por qué no añadir unos cuantos libros a esa lista infinita de posibilidades lectoras?

Más allá de los clásicos o las novelas veraniegas que juegan a ser bestsellers con sus tramas negras, en auge, es posible también mirar más allá y tratar de buscar lejos del típico horizonte. Y esto va literalmente, pues para llegar a ciertos escritos uno va a tener que sobrepasarlo en más de una ocasión, pues son más de diez mil kilómetros los que separan Galicia de China, por ejemplo.

La literatura del país asiático ha vivido una expansión constante a lo largo de los últimos años a través de las traducciones. Es un lugar que creemos conocer, pero en el que rara vez, más allá de especialistas y curiosos, se profundiza en su sociedad, cultura e historia. Quizás por eso su prosa tenga mucho más que contar que el propio relato que trata de compartir, pues ofrece contextos novedosos y ricos, diferentes al espacio habitual y occidental que un lector de aquí tiene en su cabeza. Un choque de intenciones más que interesante, que acerca historias y realidades exóticas, que en buena medida, pueden servir de ayuda para comprender la mentalidad de un pueblo que avisa y jura convertirse en la potencia mundial por excelencia, arrebatando el trono económico y geopolítico a Estados Unidos.

¿Cómo es la china literaria? Es una respuesta compleja, pues hay una evidente visión individual de cada autor, algunas veces crítica, otras complaciente con su país, mas casi siempre curiosa. El problema de los tres cuerpos, éxito mundial de Cixin Liu, parte del período de la Revolución Cultural hasta nuestros días en un contexto de ciencia ficción maravilloso, huyendo del tópico americano con el contacto extraterrestre y proponiendo un relato muy diferente, tanto en su base como en su forma.

Una campesina frente a la realidad

En otro ámbito, Yo no soy una mujerzuela narra la historia de una campesina, Li Xuelian, que debe combatir y confrontar su realidad y la de su gobierno, al negarse a abortar su segundo hijo, fingiendo su divorcio para sortear la ley, para luego verse abandonada por su exmarido. Ahí comenzará su batalla contra el sistema.

Volviendo con la Revolución Cultural, ¡A vivir! de Yu Hua es un interesante retrato de un momento concreto y fundamental de la historia de China. Un joven, después de gastar toda la fortuna de su familia en el juego y burdeles, se verá obligado a trabajar como granjero, para luego ser separado de su familia y comprobar en primera persona los terrores de la Guerra Civil y sus consecuencias posteriores.

Imposible no hablar de Mo Yan, única personalidad literaria china con el Nobel de Literatura. Si bien su obra más conocida podría ser Sorgo rojo, de 1987, es más que interesante su casi biográfica novela Cambios, del 2010, una historia de casi cuarenta años a través de la mirada de un niño que crece poco a poco, tejiendo la historia de un país envuelto en una constante red de cambios de todo tipo. Si uno procura relatos cortos o pequeñas novelas, El zoo de papel y otros relatos es una excelente opción a través de un uso talentoso y acertado de la fantasía y la ciencia ficción con un lenguaje elocuente y sencillo, capaz de enamorar.

Por último, otro viaje histórico, pero a un pasado más lejano, escrito de la mano de Jung Chang, célebre por sus obras Cisnes salvajes (1991) y Mao (2004). En Cixí, la Emperatriz narra la vida de una concubina que llegó a lo más alto del escalafón de poder, figura clave en la dinastía Qing.