La pandemia ha potenciado una tendencia que viene de atrás en la música pop: lanzar temas sueltos el quinto día de la semana para entrar en las «playlist» de Spotify
19 mar 2021 . Actualizado a las 11:01 h.Más que vender miles de discos. Más que situarse en el número 1 de una radiofórmula. Y más que lograr una crítica excelente de la firma especializada de turno. El objetivo principal de los músicos pop y la industria en el 2021 es otro: colocar sus canciones en las playlist más seguidas de plataformas digitales como Spotify. Y eso se logra, en muchos casos, con esos temas que se disparan los viernes. Un movimiento masivo que ha convertido el quinto día de la semana en una avalancha de temas sueltos que empiezan a ser inasumibles por el oyente. «Es el día en el que las plataformas renuevan sus playlist y existe la idea de que es mejor programar los lanzamientos ahí porque te van a posicionar mejor», explica Miguel Martorell, director de Altafonte y docente en el Coworking de Emprendimiento Musical en la Industria Digital, que actualmente desarrolla la Fundación Paideia.
No hay más que acudir a Spotify y consultar alguna de las playlist de novedades para constatarlo. Siguiéndolas varias semanas, se certifica que se ha dinamitado el concepto tradicional del elepé en favor de las canciones. Estas o bien son individuales o bien forman parte de un rosario de adelantos de un disco que, cuando salga, tendrá ya la mitad de sus temas publicados. «Es el uso del contenido como herramienta de márketing, que se lo digan a Rosalía, por ejemplo», comenta Jose María Barbat, presidente de Sony Iberia. «Todo obedece a la dictadura del algoritmo. Las plataformas favorecen al alto ritmo de entrega, a los que no dejan de alimentar a la bestia», señala.
En las manos de Sony se encuentra El Madrileño, de C. Tangana. Si Rosalía no lo remedia, va a ser el disco del año en España. Y no solo por su audaz propuesta musical, sino también por la fina mercadotecnia que existe tras él. Apoyado hasta con seis adelantos con su correspondiente clip, ha dado un meneo a la tendencia actual. No hay nada fijo. El disco salió, sí, el viernes como manda el canon. Pero la misma semana pasó algo anómalo: se lanzaron dos singles previos. ¿El resultado? Durante la semana del 22 al 28 de febrero no se habló de otra cosa en el mundo pop. Lo eclipsó absolutamente todo.
Barbat indica que, paradójicamente, trabajos como El Madrileño fortalecen el viejo formato, por mucho que se haya dispersado la edición: «Lo que ha muerto es el álbum de recopilación de canciones. Pero los discos con una unidad siguen vigentes». Es algo que subraya también Álex Guillán, el músico de Catoira que está tras Baiuca. Planea elepé para este mes de mayo: «O disco longo é o que sitúa a un artista. Con C. Tangana estase vendo. Pero é certo que debe existir unha idea pechada que lle dea sentido». Para impulsar El Madrileño existe un equipo de 25 personas trabajando todos los aspectos de una campaña que está asombrando a los profesionales. Baiuca contará con medios más modestos, pero perfectamente medidos. «O primeiro adianto -Luar-, saqueino un venres. O próximo vai saír un xoves porque é algo especial. Ao estar todo o mundo editando os venres, temo que perda potencia», argumenta. Será la semana que viene, el 25 de marzo. Se trata de un tema junto a Rodrigo Cuevas.
Como Guillán, empiezan a aparecer algunos artistas que se despegan de la inercia de los viernes. Kin Martínez, director de Esmerarte y mánager de artistas como Vetusta Morla, Xoel López o Carlos Sadness, dice que se trata de una idea un tanto distorsionada: «Es cierto que los hábitos han cambiado y que la gente escucha las playlist, pero eso de programar el viernes funciona solo para unos pocos». Apela al símil futbolístico: «Si eres un artista de Champions sí, pero de UEFA para abajo acabas condenado al ostracismo, y eso puede perjudicar más que ayudar». Para el lanzamiento de Si mi rayo te alcanzara, de Xoel López, emplearon algunas de estas técnicas tan comunes en las altas alturas multinacionales. «El disco lo licenciamos con Sony y usamos ese método», dice.
«Hay que ir con el mundo. La tendencia de consumo masivo es esa. Salvo discos muy concretos, la mayoría de la gente escucha canciones sueltas y las escucha de esa manera»
El coronavirus como acelerador
El streaming empezó a consolidarse como medio para distribuir y escuchar música a mediados de la década pasada. La pandemia supuso su empujón definitivo, absorbiendo también el directo. «Ha acelerado y hecho más evidente una tendencia que venía de atrás», apunta Miguel Martorell. Xoel López lo experimentó en sus carnes. Su último disco estaba previsto para la primavera del 2020, pero acabó viendo la luz en noviembre. Tuvo cuatro singles de adelanto con sus videoclips al uso y otras piezas revisando en vivo los temas. «Cambió toda la estructura, porque me pilló en medio de la grabación», certifica. Recuerda un precedente protagonizado por él: «En el año 2008, cuando ya se hablaba del fin del disco, me planteé lanzar un tema por mes. Fue una idea que no funcionó. Desconcertó totalmente. Luego, recopiladas, salieron en Reconstrucción, el último disco de Deluxe».
No era el momento para ello. Entonces iTunes era la alternativa a la venta física, Spotify o Apple Music no se habían desarrollado y no se había instaurado el modelo vigente de goteo constante de temas. Primero lo adoptaron muchos músicos del ámbito más comercial. Por ejemplo, en el mundo latino de Enrique Iglesias, Daddy Yankee o Shakira pronto se empezó a imponer la idea del sencillo constante con colaboración y videoclip espectacular. Ahora eso llega hasta bandas de rock del underground. Es el caso de Bala, con un disco secuestrado por la pandemia ante la imposibilidad de dar conciertos, algo clave en la banda gallega. Va a ver la luz en mayo, pero precedido de cinco singles con videoclips. Dos ya han salido. En viernes, claro. «Ahora hay que apostar por otro tipo de estrategia. Buen contenido audiovisual y enseñar el material poco a poco», indica Anxela Baltar, una de sus integrantes. «Hemos tenido la suerte de entrar en varias playlist», añade.
«La lista de novedades en la que todos los artistas quieren estar sale el viernes», confirma Janián Rangel, de la agencia Masanai. Entre otros, lleva el lanzamiento del próximo álbum de Kiko Veneno. Sigue la tendencia. Ya se han podido escuchar Hambre, Días Raros y Luna Nueva, temas en los que se ve la huella del coronavirus que los vio crear. «Antes, en el mundo físico, iba el comercial de una discográfica a El Corte Inglés o la Fnac a intentar que el disco estuviera bien colocado, con carteles y posibilidad de escucha —recuerda—. Ahora, a tu comercial, que es el agregador digital, le pasas un mes y medio antes una información que ha de presentar a las plataformas. Ahí justificas por qué debería entrar el artista. Luego las plataformas deciden».
«Estamos todos obsesionados con eso», reconoce Carlos Mariño, mánager del autor de Échate un cantecito y otros artistas. «En el fondo es volver al origen de todo. En los sesenta escuchar temas sueltos era lo normal», reflexiona. Entre sus rutinas profesionales se encuentra consultar las mañanas de los viernes las novedades de Spotify. Ya se sirven clasificadas por estilos. «Hace como unos cinco años eso se puso de moda y la tendencia se ha copiado en todos los ámbitos». Además de Kiko Veneno, le afecta el próximo álbum de Lori Meyers, banda que representa. «Pensamos en no sacar disco y lanzar solo las canciones sueltas, pero conforme se iban grabando vimos que tenían unidad y pedían un disco», indica. Al final, el álbum de los granadinos, cuyos tiempos también ha marcado la pandemia, estará precedido de tres singles.
«Hay que ir con el mundo», reflexiona Kin Martínez. «La tendencia de consumo masivo es esa. Salvo discos muy concretos, la mayoría de la gente escucha canciones sueltas y las escucha de esa manera», señala. «Puedes seguir sacando discos, pero, si quieres posicionarte, lo tienes que pautar», apunta Miguel Martorell, que pone casos extremos de Altafonte como David Otero: su disco Otero y yo lo dividió en once singles con su propio vídeo. O también el de Zahara, en pleno proceso dosificando las canciones de su próximo disco y desvelando con cada una de ellas una letra que conformará el título final desvelado esta semana: Puta. «Hay un cambio de paradigma en los artistas y el consumo. Y menos mal que la pandemia nos ha pillado en este estado de la transformación digital del negocio. En otro momento nos habría matado», admite Jose María Barbat.