Silvia Penide y Andrés Suárez, una caricia a las salas de conciertos

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Andrés Suárez y Silvia Penide.
Andrés Suárez y Silvia Penide.

La coruñesa y el ferrolano publican «La pared tembló», una canción dedicada a «los garitos»

06 feb 2022 . Actualizado a las 09:43 h.

Andaba Silvia Penide con el corazón en un ay por cuenta del pandémico descalabro que la circunda. Del personal y emocional cantó y narró con lindura excelsa en su último disco, Los días de plomo. Pero le faltaba aún un pedazo de desasosiego por aplacar. «Sentí que necesitaba soltar un poco de lastre, de ese peso que se me iba poniendo en el estómago viendo cada dos por tres salas míticas que cerraban. En alguna de ellas incluso tenía alguna fecha programada. Hacer esta canción fue algo terapéutico, me ayudó a liberarme de esa pesadumbre que iba acumulándose», explica la cantautora coruñesa. Habla de La pared tembló, la canción que ha publicado esta semana con la colaboración de Andrés Suárez, dedicada a las salas de conciertos. «Quería rendirles un homenaje, que no se sientan solos. Quería que lo recibiesen como una caricia, un abrazo, un aplauso enorme. Es una forma de agradecerles todo lo que me han dado, como artista y como público».

La canción describe desde la poética el sanador influjo que ejercen estos locales. «De boca en boca va. / Memoria de canción. / Un telón de flores. /Sálvame una noche más», canta Silvia Penide, quien también deja caer en el texto algún verso con carga de reproche. «Y es que todo el mundo hablaba de lo que estaba pasando con las salas, todos éramos testigos de que había un terremoto silencioso que las estaba derrumbando, pero al final no fuimos quienes de tenderles una mano».

La pared tembló está cantada a dúo con Andrés Suárez. «Yo no la concebí como un dueto», cuenta Penide. «En realidad, cuando la estaba escribiendo, no sabía muy bien qué iba a hacer con ella. Al final, vi que tenía muchos matices que me gustaban y, de repente, un día, no sé cómo, pensé en Andrés. Se la envié y me dijo que sí. Fue un sí rotundo y se lo agradezco un montón. Porque, además, Andrés es uno de esos artistas que han salido de salas pequeñas y, aunque ahora llene recintos enormes, no deja de tocar en ellas».

El músico ferrolano corrobora que tuvo «cero dudas» en cuanto recibió la propuesta de colaboración. «Primero porque Silvia es una compañera de oficio desde hace muchos años. Segundo, por reivindicar nuestro más hermoso pasado. Y tercero, por su verdad. Entiendo que son tiempos difíciles, fugaces, nerviosos, ansiosos y de mucha mala hostia, pero brindar un poquito de cariño a una sala, que no es solo una sala, que es familia, eso me emocionó muchísimo. Me parece importantísimo».

Destaca Andrés Suárez que una sala o un bar no son solo espacios de entretenimiento momentáneo, sino que son nuestra cultura. «Un bar es lo que somos. Es nuestro legado. Y nuestro pasado. Creo que necesitamos más que nunca reivindicar la figura del garito, palabra de amor. En los días más oscuros, lo que a mí me evade de la realidad es volver a mi garito, volver a los bares donde éramos cinco y donde éramos inmensamente felices. Para mí, es un honor reivindicar la figura del bar. Que los de arriba se den cuenta de que esto es algo más que un negocio».

¿Cuánto le debe a las salas Andrés Suárez? «Yo se lo debo todo. Si no es por los garitos, yo seguramente no estaría hablando ahora contigo, ni se habría llenado el Wizink. En este oficio, no sabes cantar para mil si nunca cantaste para diez».

¿Y cuánto les debe Silvia Penide? «Yo le debo todo porque al final nunca he salido del circuito de salas. Soy una artista que se mueve también en teatros y auditorios, pero mi núcleo duro está en las salas».

¿Y qué dicen desde las salas? Tomi Legido, programador de Mardi Gras, confiesa que el gesto se agradece. Y mucho. «Me resulta muy emocionante. Especialmente ese 'sálvame un noche más'. Porque ¿cuántas veces nos ha pasado el tener un día de perros, te vas a la sala y, cuando empieza a sonar la música en directo, te olvidas de todo? Es bonito que te lo reconozcan».