«Barbie», el artefacto más poderosamente comercial

Mercedes Corbillón

FUGAS

Fans de «Barbie» en el estreno en Los Ángeles
Fans de «Barbie» en el estreno en Los Ángeles MIKE BLAKE | REUTERS

20 ago 2023 . Actualizado a las 09:43 h.

Debería decir que me he pasado la semana leyendo a Pynchon o La broma infinita de Foster Wallace, pero lo cierto es que prefiero contaros, por aquello de ser más fiel a la realidad, que mientras mi Tormentito iba a su primera verbena, yo me fui a ver Barbie a los cines de Ribeira. La sala estaba llena, aunque la única que iba de rosa era yo. Casualidad, lo juro, es solo que estoy en mi etapa de dejar el negro que atesoramos siempre las de la tendencia al sobrepeso. El caso es que la sala estaba llena, en su mayoría de madres con un montón de niñas pequeñas bien abastecidas con palomitas. No se van a enterar de nada, pensé yo, la mitad se tendrán que salir en medio del cine, seguí pensando, soy la única sola entre todas las butacas, pensé aún más y peor. Las luces apagándose me devolvieron un poco de dignidad y empezó la película, que, visualmente, es como una tienda de juguetes, ¡todo es apetecible! Será por eso que ninguna de las pequeñas protestó, aunque a medida que avanzaba el metraje me daba cuenta de que la única que se reía era yo. Eso sí, a carcajadas.

Barbie es una comedia y en mi caso cumplió su función. Esas niñas necesitarán unos cuantos años, tampoco demasiados, para saber que los señores te explican cosas, y que para gustarles solo tienes que pasarte horas escuchándolos contar una historia o tocar una y otra vez la misma canción. De cómo se las gasta el patriarcado para hacer que todo cambie y que todo siga más o menos igual, también sabrán, indefectiblemente. Y claro que hay exageración, yo misma lo estoy haciendo. Los chistes, todos, se alimentan de la hipérbole, la parodia es una deformación e igual que hemos sonreído, y lo seguimos haciendo, ante miles de chistes machistas, podrán aguantar los hombres, también los jóvenes, unos cuantos chistes donde el objeto de la mofa es el género masculino, así, en general.

Y a las que la critican porque no es suficientemente feminista ni anticapitalista, esto último debe ser una broma porque es el artefacto más poderosamente comercial que he visto en mucho tiempo, les digo que hay tiempo para los tratados y también para pasarlo bien.

Bienvenida sea la risa desde una nueva perspectiva.