Vuelve Pippi, la niña que ganó el Mundial de la libertad

FUGAS

Ni bonita ni formal. Es la niña más fuerte, que vuelve a la tele, crece en libros y da el remedio frente a hiperpadres y abusones. ¿Señores, por qué nos sigue fascinando Calzaslargas?

15 sep 2023 . Actualizado a las 04:29 h.

Primero no fue ni el huevo ni la gallina, lo primero fue la imaginación. La libertad se imagina. Y lejos del código de imitación de las normas y costumbres adultas, de modelos y expectativas ajenas que alteran el valor de lo que somos de verdad. Eso hizo Astrid Lindgren (Vimmerby, 1907-Estocolmo, 2002), hacerse la sueca respecto al molde de los héroes y heroínas típicas de cuento para crear a Pippi Calzaslargas en 1945, explosión infantil y muy seria de alegría tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Ni educada ni estudiosa, ni linda ni princesona, la niña más fuerte del mundo andaba desmadrada, tenía un padre ausente y pirata. Y fue la primera en ganar en la ficción el Mundial de la libertad. Cero moralina y cero dramas. Diez en autoestima y en humor.

¿Qué tiene esta heroína tan disparatada e inmortal? La vuelta al cole es también la vuelta de Pippi, que se despliega en propuestas editoriales y en televisión. «Emitir Doctor en Alaska fue toda una revolución. No solo se enganchó la gente que vio la serie en su día, sino que se enganchó además mucha gente joven. En el caso de Pippi, llevamos más tiempo detrás que de Doctor en Alaska. Y ha sido gracias a Planeta Junior que hemos podido tener series como Érase una vez el cuerpo humano. Son series clásicas que a la gente le apetece ver porque fueron parte de su infancia y se las quieren poner a sus hijos. Pippi sigue este camino», cuenta Elodie Mellado, responsable de contenidos infantiles de Filmin. «Con las series clásicas, el riesgo es que pueden haber envejecido mal, pero una obra tan potente como la de Astrid Lindgren traspasa los límites del tiempo. Pippi sigue siendo superrevolucionaria. Tiene aspectos muy positivos de respeto a la libertad de la infancia y otros más discutibles», expone Mellado.

Nuevos lectores

«Descubrín a Pippi pola miña nai. A serie non chegou tanto á miña infancia como á da miña nai. Foi ela quen me falou de Pippi, de que vía a Pippi como unha rapaza superfeliz, sempre xogando, que facía o que quería», cuenta Irene, bookstagramer coruñesa que aviva la pasión por la mejor literatura en la cuenta Surfeando Libros, para quien la niña más fuerte que todos los hombres del mundo, y que el aburrimiento, la cobardía y la injusticia juntos, fue un referente heredado al que descubrió en español. A los 10 años, compró el libro en el que Blackie Books condensa todas las historias de la pelirroja. Irene quedó fascinada por cómo era esa niña «de independente. É unha nena que non precisa de ninguén. No momento en que foi concibida, facían falta referentes así. Os personaxes protagonistas nenas e mulleres ata o momento preocupábanse de como vestían, como se vían... Eran máis superficiais nisto. Pippi é todo contrario», valora la joven lectora, admiradora de Mary Shelley, Mark Twain, Muriel Spark, Roald Dahl, Emma Pedreira o Antía Yáñez. Irene recuerda cómo Pippilotta llegó a ser censurada, en España entre otros países, por no ser considerada un buen ejemplo para las niñas. «As súas historias incitan a ser independente, a que non che importe mancharte de lama ou rabuñar a saia!», señala.

Fue la hija de Astrid Lindgren, recuerda Irene hilando literatura y vida, la que encendió en la autora la primera chispa de Pippi al pedirle, en su convalecencia en un hospital, que le contase historias de una niña diferente. Astrid imaginó. Y las pasó a papel. Solo al ganar el Premio Hans Christian Andersen pudo lograr Pippi un hueco editorial pese a sus locuras.

«Si los niños ven la serie de Pippi, estaría bien que fuese acompañados de sus padres. Y esas cosas que pueden hacer que el espectador contemporáneo levante una ceja, explicarlas. Te hace ver cómo hemos avanzado o lo que queda aún». ¿Resultados en Filmin? «Ha sido una de las 15 series más vistas del verano». Frente al modelo brilli-brilli recauchutado de Barbie, la autenticidad salvaje de Pippi. No hay otra como ella, aunque Elodie Mellado ve entre las posibles herederas del «gen Pippi» a personajes como Punky Brewster o la protagonista de Gravity Falls.

LIBRO ANTES QUE SERIE

Aunque la mayoría hemos conocido a la hija más rebelde de la literatura sueca por la tele, fue, por supuesto, primero el libro. «Todo el mundo conoce a Pippi, pero casi nadie se ha leído el libro», afirma Cristina Peregrina, dramaturga, docente y directora de comunicación de Kókinos, sello que está recuperando a Pippi con fidelidad a la narración y las ilustraciones originales, y toda la obra de su autora. «Un porcentaje aún más pequeño de los que han leído a Pippi conocen a Astrid Lindgren. Kókinos tiene el propósito de editar toda su obra», dice esta amante de la literatura y la aventura vital de Astrid Lindgren. «Si el audiovisual nos despierta las ganas de conocer toda su narrativa, ¡pues estupendo!», acoge. En esta editorial, hay tres libros con las historias de Pippi: Pippi Calzaslargas, Pippi se embarca y Pippi en los mares del sur. Y Kókinos edita además una serie de seis cómics de Pippi y dos álbumes con la idea de preparar a los más pequeños lectores para entrar en la narrativa. Las ilustraciones son las originales de Ingrid Vang Nyman, que «trabajó con Astrid en toda la serie de Pippi». Además de la visita, siempre refrescante, a Villa Villekulla, Kókinos invita a seguir el rastro de la gran Lindgren en Los hermanos Corazón de León, Karlsson en el tejado o Ronia (convertida en serie de animación, en Prime).

Dos de los libros de Pippi que edita Kókinos, que está recuperando en español toda la obra de Astrid Lindgren.
Dos de los libros de Pippi que edita Kókinos, que está recuperando en español toda la obra de Astrid Lindgren. Kókinos

¿Pasa Pippi el filtro de lo políticamente correcto hoy? «Pasa. ¡No hay censura! Lo único que se cambió en su momento es que su padre pasó de ser el rey de los caníbales al rey de los mares del sur. Pippi no se puede censurar. ¿Cómo vas a censurar a una niña tan anárquica? Es el primer personaje femenino independiente de verdad» de la literatura infantil. «Es la niña más fuerte del mundo, pero además usa su poder para defender a los débiles, no abusa, está del lado de los niños, de los animales», advierte la editora de Kókinos. Rompe el molde de la chica dulce y sensible. «Pero Pippi también es sensible —objeta Cristina—. Fíjate que hay un capítulo en el que hay un caso de bullying, tres niños se meten con otro más pequeño. Los amigos de Pippi, Tommy y Annika, van a avisar a Pippi para que intervenga. Ella es una fiel defensora de los débiles, de la naturaleza, de los animales. Claro que Pippi tiene sensibilidad, pero sobre todo tiene el alma de jugar». Según ella, los que se equivocan, los absurdos, son los adultos. ¡Sí, señor! «Si Lindgren decide que no vaya al colegio es porque hay una crítica soterrada al sistema educativa. Hay frases por ahí sobre los adultos que dicen: 'Estos se dedican a pagar impuestos, a que les salgan callos en los pies... ¡y no juegan!'. Para ella, lo extraño, lo sorprendente, es que se llegue al punto de vivir sin jugar». Al mal tiempo y la mala jeta adulta, juego. De toda adversidad, saca Pippi algo bueno. A todo problema le saca ella una carcajada por diván. Esa irreverencia loca llamada libertad es interesante para una infancia sana, un remedio para la hiperpaternidad.

«Eu tamén coñecín a Pippi pola serie de televisión. Non lembro ver o libro na biblioteca. É diferente a tradición que ten no norte de Europa, son grandes fans. Alí é moito más coñecido o libro que a serie», cuenta David Álvarez Martínez, traductor al gallego de los tres volúmenes de Pippi Medialongas, en Kalandraka. La traducción al gallego es desde el sueco, sin pasar por el español. «Gústame o absurdo de Pippi, o que fai coa linguaxe. Ten unha especie de retranca!», dice David, algo con lo que concuerda Irene, de Surfeando Libros.

DIFERENCIAS CURIOSAS

En gallego, Pippi cambia de casa: vive en Vilapenela. En castellano es Villa Villekulla y, en la versión española de la serie, Kunterbunt. ¿Mejor leerla o verla? «A adaptación está moi ben. A actriz, marabillosa. A autora participou no guion, na rodaxe. A esencia do libro estaba na serie ben recollida —dice David Álvarez—. Pero nos libros van atopar cousas que non ten a serie, e na serie, cousas que non hai nos libros. Por exemplo, Miss Prysselius non aparece nos libros». Si lees, son tres tomos de aventuras. Si ves, 21 episodios, en Filmin y en TVG.

Es estirarse del todo —brazos, piernas, toda la columna de la libertad— desayunar con Pippi, y la vuelta al cole es más rodada y divertida, aunque quizá inconveniente, de su mano. Tú verás si quieres hacerte fuerte o ser adecuado e inofensivo. «A fortaleza de Pippi é excesiva! No bo sentido... Ela sempre está contenta, é positiva e sempre segura de si mesma. É unha raíña pero daquela maneira», señala su traductor al gallego.

A sus casi 80 años, Pippi es una niña que refleja la fantasía de poder... De poder hacer. Sin poder que la achante. Campeona mundial hasta hoy.