Olga González, autora del poemario que arrasa en TikTok: «Los artistas tenemos mucho que agradecer a quienes nos rompen el corazón»

FUGAS

Esta andaluza da el salto de la autoedición al mundo editorial con unos versos que han arrasado en las redes sociales
15 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Hace tan solo 14 meses que Olga González (Córdoba, 2003) autopublicó su primer libro. Cogió carrerilla, porque en apenas seis meses lanzó otros cuatro títulos. Al mismo tiempo empezó a promocionar sus versos en las redes —alguno llegó a superar los diez millones de visualizaciones— lo que provocó que en marzo se dispararan sus seguidores. Sin embargo, apenas unos días antes de que esto sucediera las editoriales vieron venir el fenómeno y le propusieron reeditar uno de ellos que se había colado entre los más vendidos de Amazon, El (des)amor que jamás viví (Montena), un poemario que ha arrasado en TikTok.
—«El (des)amor que jamás viví». Enhorabuena, pero esto tiene truco, ¿no?
—Sí, puedes leerlo de dos maneras, y el contenido del libro identifica ambos casos. Y no solo trata de una ruptura amorosa, también puede ser de una amistad, la pérdida de un ser querido...
—Sin embargo, hay muchos versos que me sitúan en una relación tóxica.
—Sí, en su mayoría sí, con eso te identificas de lleno, pero hay varias partes en las que perfectamente puedes pensar en otras circunstancias, hay amistades tóxicas que son peores que algunas relaciones.
—¿Es lectura obligada tras una ruptura?
—Yo creo que puede ayudar a sentirte bien, en las dos primeras etapas, en la ira y en la negación, te puedes ver plenamente identificado y aprender a sentir ese dolor y dejar que se libere, y luego pasar a la parte de superación, donde ya cada uno maneja sus tiempos para prepararse de cara a un nuevo comienzo.
—¿Todos los corazones rotos pasan por el mismo proceso: ira, negación, superación...?
—Yo creo que cada persona es un mundo, sus sentimientos también, y que cada uno pasa las cosas de la forma que mejor puede, e influyen mucho las experiencias que hayan tenido previamente. No todas las rupturas son iguales, y dos corazones rotos nunca van a ser iguales.
—Pero es importante no querer pasar página inmediatamente, sino que hay que pasar por unas fases.
—Sí, el proceso tienes que pasarlo, porque estas etapas se dan siempre. Cuando una relación en la que hay sentimientos acaba, te enfadas, no entiendes el porqué, solo cuando lo vas entendiendo puedes empezar a superarlo, antes no, hay que enfadarse, estar triste, estar mal...
—¿Uno no se da cuenta de que tiene el corazón roto hasta que ve las heridas?
—Creo que muchas veces no, sobre todo en relaciones tóxicas se impone una rutina que no deja ver lo que hay detrás. Este libro está escrito desde el punto de vista de una persona que ha sufrido una actitud tóxica. Me gustaría responder con este verso: «Me encarcelaste en tu propia rutina, en tu vida y en tu ser».
—¿Has experimentado todos los versos que has escrito?
—No al cien por cien, he tenido gran parte de estas experiencias, pero he querido representar también esos sentimientos que han tenido gente de mi entorno cercano.
—¿Hay mucha gente que se ha dado cuenta de que no era feliz o que no tenía una relación sana gracias a tus versos?
—Cada día me llegan muchos mensajes en los que me dicen que mi libro les ha ayudado a abrir los ojos, a darse cuenta de que no eran felices, de que la persona que tenían al lado no era lo que merecían, y que les ha servido para soltar y ser felices.
—¿Qué versos son los de los diez millones de visualizaciones?
—«Éramos almas gemelas, estábamos destinados a querernos, pero no a quedarnos». Me llegaron muchísimos comentarios de gente explicándome su situación, de que no podían estar con esa persona porque no era el momento o no estaba preparada.
—¿Escribir sana el corazón?
—Sí, yo creo que es una herramienta bastante buena, a mí me sirve para desahogarme o para decirme: «Venga, vamos, seguimos adelante», en eso consisten mis dos primeros libros, que me sirvieron para motivarme porque estaba pasando por un mal momento. Los siguientes han venido directamente por la necesidad de liberarme, de desahogarme. Yo creo que es hasta terapéutico.
—¿Le debes mucho a esa persona que te rompió el corazón?
—Sí, claro, yo siempre digo que para los escritores, en general para los artistas, que te rompan el corazón o te hagan daño de alguna forma se lo tienes que agradecer, porque como todo el mundo pasamos por el duelo, pero luego eres capaz de crear algo realmente útil y bonito, y a mí esto me ha venido genial.
—¿Pero también en el plano personal, no?
—Después de una ruptura, amorosa o de amistad, algo que realmente te duela, primero hay que superar para sanar tu propio corazón, y en estas etapas te vuelves más vulnerable, pero una vez que las pasas ya tienes el conocimiento de lo que te puedes permitir y de lo que no, de lo que te duele, de lo que te gusta... Y eso que te ha hecho daño en el pasado te hace más fuerte en el futuro.
—En un verso defines cómo debe ser una relación: mutua, sana y real.
—Si una relación no tiene eso, para mí no vale la pena. Tiene que ser mutua, porque las dos partes tienen que estar al mismo nivel, no sirve que una esté superenamorada y la otra no; sana, evidentemente, y lo más importante que sea real, el que de verdad los sentimientos sean puros.