En «Thee Blind Crows 0823» la formación retorna a sus orígenes recuperando el formato dúo y algunas canciones que llevaban años en el cajón del desespero
17 nov 2023 . Actualizado a las 11:54 h.Reconocen Diego de la Iglesia y Alberto Campos que con Thee Blind Crows 0823 han publicado el disco que pensaban que no publicarían nunca. Han tenido que pasar 15 años para que por fin viesen la luz canciones que el dúo pontevedrés tenía en el cajón de los desesperos desde hacía mucho tiempo. Y es por ello que este trabajo resulta de tan difícil adscripción.
Lo que nadie le podrá negar a este álbum es su variedad. Fruto precisamente de ese origen disperso en el tiempo y de los momentos vitales en las que fueron compuestas. Tanto es así que las 15 canciones de este trabajo se han divido en dos volúmenes (o dos vinilos en el caso de la edición física): Desacougo y Acougo.
Pero antes de entrar en su disección conviene apuntar un matiz relevante. Tras varios años en los que Thee Blind Crows se han desenvuelto en formato trío, la formación retorna a sus orígenes como dúo. Con Alberto Campos levantando muros sonoros con su poderosa guitarra y un desbocado Diego de la Iglesia derribándolos sin piedad a golpe de caja y bombo.
Thee Blind Crows 0823 nos descubre por momentos la cara oculta de los cuervos. No porque ellos nos la quisieran esconder sino seguramente porque nadie quiso nunca hasta ahora enseñárnosla. El disco se abre, lógicamente, con Desacougo. De alguna manera de podría decir que como todos los suyos hasta la fecha, Desacougo recoge la vertiente más garage, punk y stoner de este ecléctico álbum. La más reconocible e identificativa del dúo. Aunque también con momentos menos convencionales como ese Monday Nightmare que arranca en Dr Feelgood y termina en Black Crowes, esa desnuda aproximación a Violent Femmes que es Too Early to Live o ese divertimento que cierra el disco, en el que llegan a flirtear con el progresivo bajo el título de Strana Situazione.
En Acougo el dúo vuela libre desde el primer acorde, un acústico de ambiente casi atmosférico, coquetean con el tradicional y las pandeiretas, sin renunciar a las guitaras, en Corvo Cego o se arriman al country añejo en Tree Top Town II.
¿El resultado de toso esto? Un disco superdisfrutón, áspero o aterciopelado, según por donde se le acaricie. Un disco de esos de infatigable escucha.
- VILANOVA DE AROUSA. A COFRADÍA. SÁBADO 18. 23 H. 5 EUROS