Queralt Lahoz, cantante: «Tiene que haber un punto salvaje en tu vida para atreverte a ser tú misma»
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La emergente y fascinante artista catalana actúa el viernes en el festival 17º Ribeira Sacra
26 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Ya apuntaba maneras en 1917, que así se titulaba el epé que dedicó a su abuela y con el debutó en el 2019. Dos años después reafirmó todas las expectativas que sobre ella se habían generado con Pureza, su primer disco largo. Y desde entonces no ha hecho más que crecer y fascinar a públicos de lo más diverso. La música de Queralt Lahoz (Santa Coloma de Gramanet, 1991) es un retrato tan preciso como poliédrico de ella misma. De su trayectoria vital —es hija de emigrantes granadinos—, de su devenir emocional y de su bagaje musical, determinado por la música que escuchaba en casa y la banda sonora de su barrio. En la propuesta sonora de Queralt Lahoz los sonidos latinos, de raíz y urbanos, el soul, el hip hop y el dancehall dialogan con naturalidad sobre un aura de coplas y boleros que emergen de manera espontánea de sus orígenes flamencos y de sus paisajes personales.
—Tu primer disco lo titulaste «Pureza», cuando en él había de todo menos eso.
—Pues precisamente por eso lo hice, porque era un poco marcar una ruptura con ese concepto. Y también era una manera de manifestar mi compromiso con la defensa de la autenticidad de una misma por encima de lo que se espera.
—¿Te han dado mucha caña los puristas?
—Yo esperaba más [se ríe]. Me habría gustado que se ofendieran un poquillo más.
—¿Vas a seguir provocándoles?
—Siempre. La provocación es algo que va conmigo. Me gusta hacerla tanto en el escenario como en los vídeos, en los discos... Me parece algo divertido y atrevido que no quiero dejar de hacer.
—Llevas tatuada en el pecho la palabra «salvaje». ¿Es la palabra que mejor te define?
—No sé si es la palabra que mejor me define, pero sí que siento que tiene que haber un punto salvaje en la vida para poder atreverte a ser tú misma. A no acatar todo lo que se supone que se te impone, lo que se supone que está bien, lo que esperan de ti. Sí, hay que ser un poco salvaje para ser una misma.
—¿Han intentado domarte o domesticarte muchas veces?
—Siempre, claro. El mundo siempre espera que seas algo que le gusta a ellos. Pero como la humanidad es muy diversa, siempre hay un espacio para todos. Por eso hago música, para intentar encontrar mi sitio.
—De hecho, te revelas contra la resignación y ya lo dices en tu última canción: «Pedí perdón más veces de las que debía».
—Eso es algo que todo el mundo debería tener en cuenta. ¿Dónde estás tú, dónde te ubicas, dónde está tu verdad? Si estás segura con lo que crees que estás defendiendo, no deberías nunca pedir disculpas. Yo veo que muchas veces con tal de no discutir con otras personas, como que tiramos la toalla. Y es un gran error, porque a partir de ahí esa gente cree que tiene la razón.
—Vienes a Galicia, una tierra donde el matriarcado es toda una institución. En tu caso, el matriarcado está muy presente en tu música. A la figura de tu madre y, sobre todo, a la de tu abuela, le has dedicado un epé y varias canciones. En una de ella incluso dices que «Dios es mi abuela».
—Mucha gente ha conectado con esa frase, fíjate. Supongo que es porque al final les lleva a un recuerdo de su casa y a la nostalgia, que a mí es un sentimiento que me encanta. Me dejo la vida lo que haga falta para poner en valor el hecho de que muchas madres y muchas abuelas han sido las que han empujado a las familias y las que han conseguido que regiones como Galicia sean más fértiles y más fuertes. Y siguen haciéndolo. De hecho, muchísimas personas hemos sido criadas y arropadas por nuestras abuelas cuando nuestros padres tenían que trabajar tanto. Así que para mí, ese compromiso con ellas es parte de mi ADN.
—Siempre defiendes tu origen de barrio. ¿Tu música suena como tu barrio?
—No sé si mi música suena como mi barrio, pero mi barrio está dentro de mi música. Eso seguro. Mi barrio suena a muchas cosas, porque es muy diverso. Hay mucha emigración y eso está bonito, porque hay tantas músicas dentro que es imposible reducirlas a un solo estilo. También por eso creo que yo soy así y que mi música es de esta manera. Mi barrio forma parta de mí y por eso siempre lo reivindico. En un momento de nuestras vidas quisieron hacernos sentir vergüenza por ser de barrio y hoy en día lo que sentimos es orgullo de clase obrera.
—Estamos muy acostumbrados a que en determinados géneros y determinadas propuestas musicales se imponga la estética sobre el mensaje. Desde luego no es tu caso.
—Supongo que eso tiene que ver con el bagaje de toda mi vida. En función de lo que hayas leído y de con quién te hayas movido, tendrás una forma u otra de comunicarte. En mi caso, la estética está presente y forma parte de todo, pero no he querido que prime sobre el mensaje o sobre mi personalidad. Yo le pongo muchas horas y mucho trabajo a mi música como para que se quede solo en lo estético. Desde luego que hay muchos artistas que al final acaban convirtiéndose en performances o en merchandising. Y está bien. Tiene que haber de todo. Pero yo aspiro a una carrera mucho más longeva y con mucho más contenido.
—Por cierto, ¿vamos a tener nuevo disco o no te interesa ese formato?
—Sí, sí, vamos a tener nuevo visco. Yo aún soy de esas a las que le interesa sacar un álbum, crear en él como un mundo y defenderlo durante un tiempo.
—¿Tienes plazos o previsiones de cuándo saldrá?
—Saldrá a inicios del año que viene, pero no quiero aventurarme a decir una fecha concreta porque pueden cambiar las cosas.
—¿En él recopilarás los singles que has estado sacando durante este tiempo?
—No, no va a salir nada de eso, porque el disco en sí es como un mundo que he creado, es muy conceptual, así que no quiero meter otros temas por rellenar.
—Y musicalmente, ¿te irás por nuevos caminos?
—La verdad es que es bastante diferente a lo que he sacado en los últimos meses. Quizá tiene más que ver con lo que saqué al principio de mi carrera, pero mucho más evolucionado. En cualquier caso, sigo siendo yo. Para mí, eso es lo interesante. Que evolucione mi música sin dejar de ser yo misma.
—Hace poco confesabas en tus redes que no todo es de color de rosa y que, a veces, se te hace duro sobrellevar determinadas cosas. ¿Qué es lo que más duro te parece de este negocio en el que te has metido?
—Pues mira, ser independiente. Luchar un montón, tener que ser tú la que brega y la que crea todo. Porque cuando eres tan tiquismiquis y tan perfeccionista como yo, quieres que todo esté perfecto, que todo esté bajo tu criterio. Y eso es muy costoso, porque al final le dedicas muchas más horas de las que le dedicaría una persona que respirase más tranquila. Pero bueno, eso depende de lo ansiosa que tú seas. Y yo soy muy ansiosa, lo reconozco. Quiero controlarlo todo, conjugarlo y presentarlo de una forma muy artística. Y eso me supone dedicarle mucho tiempo y mucho amor. Y luego, además, viajó mucho. Estoy mucho de gira y las giras son muy cansás. Son muy gratificantes también, pero muy agotadoras.
—¿Cómo será tu concierto en Galicia, qué vas a presentar en el 17° Ribeira Sacra?
—Ahí voy con la banda al completo y con un nuevo directo que hemos preparado para este verano. Seguimos haciendo algo parecido a la gira Alto Cielo, pero nos aventuramos también a presentar cosas nuevas, que todavía no han salido. Así que será un concierto completito.