El Céltiga declara persona non grata al entrenador del Vilalonga y pide una sanción ejemplar contra él tras agredir a uno de sus jugadores

La Voz VILAGARCÍA / LA VOZ

FUTBOL GALLEGO

Luciano González, entrenador del Vilalonga
Luciano González, entrenador del Vilalonga Martina Miser

El club de A Illa denuncia una actitud «chulesca, prepotente y provocadora» de Luciano González Groba a lo largo de la temporada en diferentes campos de Preferente, que tendría su culmen al final del partido de Copa Rías Baixas el domingo

28 may 2024 . Actualizado a las 20:48 h.

El partido había concluido ya en la tarde del pasado domingo, con resultado de 3-2 a favor del Vilalonga, que conseguía así el pase a las semifinales de la delegación de Pontevedra de la Copa Rías Baixas. Dos jugadores del Céltiga, Pedro Delgado y Álex Fernández, conversaban en el centro del campo cuando el primero de ellos se vio sorprendido por una bofetada del entrenador local, Luciano González Groba, propinada de espaldas al futbolista. La acción generó una tangana entre los dos equipos y sendas rojas del colegiado del encuentro al técnico del Vilalonga, por su acción, y al futbolista visitante José Rey.

Esta mañana, tras decisión en reunión extraordinaria en la noche de ayer, la directiva del Céltiga ha emitido un comunicado público en el que anuncia que «este club y a partir de fecha de hoy considera a Luciano González Groba persona non grata hasta haber recibido las pertinentes disculpas públicamente». A renglón seguido, la entidad deportiva de A Illa de Arousa, cuyo primer equipo peleó hasta la última jornada de Liga de Preferente Autonómica por acompañar al campeón Vilalonga de regreso a la Tercera RFEF, adelanta: «Debido a la gravedad de los hechos, estos serán trasladados para su conocimiento y análisis a la Real Federación Gallega de Fútbol, al Comité de Competición así como al Comité de Entrenadores para que obren en consecuencia», solicitando para el agresor una sanción ejemplar.

Los responsables del gobierno del Céltiga denuncian en su comunicado que en el caso del técnico del Vilalonga llovería sobre mojado: «Luciano González Groba se dedicó durante todo el encuentro a proferir comentarios ofensivos y despectivos hacia nuestros jugadores y miembros del cuerpo técnico sin ninguna justificación, en su afán por demostrar como de costumbre su poca educación y ética deportiva […] Su agresión a nuestro jugador Pedro Delgado al término del partido, de manera premeditada, traicionera y mezquina, más próxima al calibre de un macarra, en presencia de jóvenes aficionados y jugadores de fútbol base que fueron testigos de esa acción para nada justificable ni perdonable le ocasionó la expulsión por agresión por parte del colegiado del encuentro, tal y como se refleja en el acta […] Y lo más grave todavía es que no se trata de un hecho aislado de este personaje, es un ejercicio continuo de una actitud chulesca, prepotente y provocadora que ha ido demostrando por la mayoría de los campos de Preferente este año».

«A estes personaxes hai que sacalos do fútbol», añade el portavoz del Céltiga, Álex Zels, que concluye con una reflexión: «Hai que pensar nas consecuencias que podería ter provocado algo como o que fixo este individuo nun partido quente coas gradas cheas».

Reacción del Vilalonga

No comparte su opinión el presidente saliente del Vilalonga, Marcelo Muñiz: «Se o Céltiga toma accións, que as tome. Cando foi o partido na Illa xa houbera follón entre os dous adestradores e aquí parece sempre que o malo é Luciano». Muñiz habló el lunes con el entrenador de su equipo: «Eu a bofetada non a vin e Luciano dime que el ía apartarlle a man ao xogador do Céltiga e que tentándoo facer impactou contra a súa cara». Más allá de versiones, la directiva del Vilalonga anuncia la presentación de un recurso con imágenes de vídeo en las que, asegura su presidente, «vese os árbitros de costas ao que pasa». La Voz de Galicia intentó ayer hablar con el entrenador del Vilalonga, Luciano González, sin éxito.

En otro orden de cosas, en la mañana del domingo, horas antes del partido de la discordia, la asamblea del Vilalonga eligió a Pablo Estévez nuevo presidente desde el 1 de julio en sustitución de Muñiz, que deja el cargo tras seis años y tras lograr devolver al equipo a Tercera. Estévez, integrante de anteriores directivas, llega junto a 15 socios para dirigir el club.