?ustralia se ha empleado a fondo en el caso del Viarsa . Lo demostró con una implacable y pertinaz persecución en caliente de 21 días de duración por el inclemente sur del Atlántico y con un llamamiento a todos los países con intereses en la Convención para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos Antárticos (CCAMLR). No es de extrañar entonces que la llegada del Viarsa reuniese en el puerto de Fremantle (en el extremo suroccidental del país) a los ministros de Pesca, Ian McDonnald, y Justicia, Chris Elliot, que acudieron para dar la bienvenida a los funcionarios de Aduanas que escoltaron al palangrero y para felicitarlos por el resultado de la que ha sido la persecución en caliente más larga de la historia. El Viarsa fue avistado por la Southern Supporter en aguas de las islas Heard y McDonnalds el 7 de agosto y, a partir de ahí, fue perseguido durante 21 días y 3.900 millas náuticas.? El ministro de Pesca se mostró ayer convencido de la culpabilidad del Viarsa : «El Gobierno australiano mantiene que hay razones de peso para creer que el Viarsa estaba enfrascado en pesca ilegal dentro de nuestros territorios», dijo. Tanto McDonnald como Elliot esperan que el caso del Viarsa sirva de muestra de la determinación de Australia a acabar con el problema de la pesca ilegal.