Elena Espinosa se ha marcado como meta devolver el prestigio a la pesca, una materia que, según anuncia, gozará de mayor peso del que tenía hasta ahora en el ministerio
25 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.Es difícil imaginar a Elena Espinosa (Ourense 1960) lidiando con un grupo de bateeiros molestos con su política. Su estatura, su aspecto delicado y su tono de voz hacen difícil creer que tenga autoridad siquiera para parar la puja en una lonja. Pero su apariencia es puro engaño. Quienes la conocen de su etapa al frente del Puerto de Vigo dan fe de que sabe dar la batalla y ganarse el respeto de quienes gritan más que ella. -Los objetivos son muy amplios, pero yo señalaría unos cuantos. Uno de los principales es abrir un diálogo con todas las comunidades autónomas y, sobre todo, con el sector, un diálogo que hasta ahora estaba bastante deteriorado y que es imprescindible para saber cuáles son sus necesidades y, por supuesto, su opinión. Ése sería un objetivo genérico, que no sólo afecta a la pesca, sino a toda la política del ministerio. Otro propósito más concreto es situar al colectivo donde realmente se merece. -¿Y dónde se merece estar? -Yo creo que el sector pesquero está desprestigiado en cierta medida y no se lo merece. Es un sector que ha hecho unos esfuerzos muy importantes (tanto desde la vertiente de las empresas como de los propios trabajadores), un empeño que es reconocido en la Unión Europea. Si conseguimos que vuelva a tener prestigio también lograremos un objetivo que está siendo muy difícil y que es que las personas se incorporen a trabajar dentro de él. -¿Qué puede hacer el ministerio para que el trabajo marinero sea atractivo? -Hay varias vías. La primera es la de colocar al sector en un lugar de prestigio y, después, potenciar la formación, lo que nos permitirá incorporar a gente que, queriendo trabajar en el mar, no puede porque no tiene la titulación correspondiente. Siguiendo con los objetivos del ministerio, también perseguimos la recuperación de caladeros. Aunque el más conocido es el plan de la merluza y de la cigala, no queremos quedarnos en esas dos especies, sino que queremos hacer un plan integral para todos los caladeros españoles. ¿Qué nos va a permitir esto? Tener una radiografía exacta de la situación para ajustar el esfuerzo pesquero y conseguir una pesca sostenible a largo plazo, que nos evite tener que emprender medidas mucho más preocupantes, como sería tener que llegar a paralizaciones y desguaces. -¿Eso será suficiente para resolver problemas como que el marinero no tenga un salario fijo, que no haya convenios colectivos y que el trabajo en el mar no sea atractivo? ¿Qué medidas concretas plantea para colocar al sector donde se merece? -El problema es mucho más amplio para enfocarlo así. Lo primero es el sector en sí. Y uno tiene la sensación de que, a lo mejor, en los últimos años, dentro del ministerio, se han primado más otros sectores, como puede ser la agricultura e incluso la industria agroalimentaria, que al sector pesquero. ¿Por qué? Porque el peso de este sector no afecta por igual a todas las comunidades, pero no podemos olvidar que España es el segundo país después de Dinamarca en cuotas pesqueras y que dentro de la UE sí tiene un peso específico. Por otra parte es un sector que ha hecho unos esfuerzos muy importantes en adaptación, renovación de flota, desguace para adaptarse a los nuevos regímenes de esfuerzo y, sin embargo, tenemos la sensación de que esto no ha sido reconocido dentro de España, aunque sí en la UE. Tampoco podemos olvidar que no hace mucho era común ver barcos de nuestra flota apresados en terceros países, situación que, afortunadamente, se ha convertido ahora en un tema muy esporádico. ¿Eso qué significa? Pues que el sector se ha sensibilizado y, si tenemos esas condiciones, lo primero que tenemos que hacer es dignificarlo. A partir de ahí, los otros temas surgen con más naturalidad. -¿Dice que los apresamientos de barcos son esporádicos? La semana pasada apresaron otro. -¿Y cuál fue el anterior? -El «Viarsa», el «Maya»... -Pero ha pasado mucho tiempo. Antes era continuo y diario. -Buena parte de la flota gallega sigue trabajando en empresas mixtas que no tienen apoyos para renovarse. ¿Cómo se puede ayudar a esos armadores a modernizar sus buques? -Se pueden firmar convenios de colaboración para renovación de flota (de hecho se va a firmar uno por ocho millones de euros) y poner en marcha una serie de instrumentos que permitan la modernización de este tipo de flotas. Otra cosa es que las ayudas para la constitución de sociedades mixtas se acaben este año. -¿Puede haber vuelta atrás? -Tendremos que conocer las demandas del clúster de empresas mixtas y, en función de las demandas y de las posibilidades de acuerdos que haya, plantearlo ante la UE y tratar de luchar para que siga habiendo ayudas.