Fue detenido nada más aterrizar en Miami, como habían pactado su abogado y las autoridades Un fiscal americano acusa a Antonio Vidal Pego de un supuesto delito medioambiental
20 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?l armador ribeirense Antonio Vidal Pego se entregó anteayer a las autoridades estadounidenses que lo reclamaban desde septiembre del año pasado, fecha en la que se dictó la orden de busca y captura después de que el fiscal de la acusación de Miami Alexander Acosta le achacase varios supuestos delitos de fraude, falsedad en documento público, obstrucción a la justicia y contra el medio ambiente por intentar introducir en EE.?UU. pescado presuntamente capturado de forma ilegal. Vidal Pego, de 33 años, fue detenido nada más aterrizar en el aeropuerto de Miami, adonde llegó en compañía de su abogado. Según la organización ecologista Oceana, que ayer aplaudió el apresamiento, estaba previsto que el armador ribeirense compareciese a última hora de la tarde de ayer ante un juez de Miami para aclarar los detalles de una operación que lo ha convertido en el protagonista del primer caso criminal que se abre en suelo estadounidense por actividades que implican la importación y venta ilegal de pescado. Vidal Pego está imputado por figurar como apoderado de la empresa uruguaya Fadilur, a la que se acusa de intentar introducir en EE.?UU. en mayo del 2004 un cargamento de 24 toneladas de merluza negra -especie muy apreciada en ese mercado- que, según sospecha el fiscal, fue capturada ilegalmente por el Carran , un buque de su propiedad y que aún figura en las listas de barcos piratas que manejan las organizaciones ecologistas, pero ahora con el nombre de Hammer . Vidal Pego también es armador del Viarsa -absuelto de pesca ilegal en Australia- y del Gallaecia , un barco al que España investiga por un supuesto transbordo ilegal de pescado al Hammer. Dos versiones El fiscal Alexander Acosta sostiene que el ribeirense manipuló la documentación de la mercancía -por valor de 314.397 dólares- para influir en la investigación del caso, mientras que Vidal Pego asegura que todo es fruto de un error cometido por el inspector uruguayo de la Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos de la Antártida (Ccmlar), que fue corregido.? Aunque ayer fue imposible contactar con el armador ribeirense, su padre, Antonio Vidal Suárez, incidió en la versión del error de documentación, y aseguró que la verdadera perjudicada es Fadilur, pues no ha cobrado esa mercancía que «non hai que olvidalo, se vendeu a un comprador americano».? Vidal Suárez dijo que su hijo decidió entregarse «porque non é culpable de nada». De hecho, dijo que había pactado con las autoridades estadounidenses que, tras declarar, podría regresar a España y regresar a Miami para el juicio. Expresó también su deseo de que se «clarexe por fin a cousa» para «pechar por fin moitas bocas».