Touriño supedita a las urnas la reapertura de la reforma del Estatuto

Serafín Lorenzo ENVIADO ESPECIAL | BARCELONA

GALICIA

GUIDO MANUILO

Sugiere que un revés electoral del PP ayudaría a modificar su posición de «veto» al proceso Constata que Galicia aspira a una relación bilateral con el Estado, como la de Cataluña

02 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

El proceso para la reforma estatutaria se reanudará cuando los gallegos decidan con su voto el momento político idóneo. Así lo entiende Emilio Pérez Touriño, que confía en que los resultados de las municipales de mayo y las generales del 2008 contribuyan a suavizar la estrategia de «veto» a la revisión del Estatuto que achaca a un PP gallego condicionado, objetó, por el «juego político de la derecha en torno a las amenazas de España». El contraste entre el bloqueo de la reforma en Galicia y el desarrollo del nuevo Estatuto catalán planeó sobre los principales actos de la segunda visita en nueve meses del presidente de la Xunta a Barcelona, donde fue recibido por su homólogo José Montilla. Touriño saludó el despliegue del marco autonómico que reabrió el debate territorial, y culpó a Núñez Feijoo de llevar el Estatuto gallego a vía muerta. En un almuerzo de trabajo con empresarios, previo a su paso por la sede de la Generalitat, el jefe del bipartito recriminó a los populares un afán electoralista que, señaló, «está dificultando muchas cosas; en nuestro caso, la reforma del Estatuto» al mismo nivel de Cataluña, indicó. Touriño, que echó balones fuera sobre la posibilidad de que un eventual fallo del Tribunal Constitucional a favor del texto catalán contribuya a desatascar la reforma, explicó a su auditorio, nutrido de empresarios gallegos afincados en Cataluña, que Feijoo rechazó una redacción del preámbulo que aludía al himno y a la Lei de Símbolos, en alusión a la propuesta que sí aceptó Quintana para definir a Galicia como fogar y nación común de los gallegos. El presidente de la Xunta, que para reprobar a Núñez Feijoo ha llegado a ironizar que echa de menos a Manuel Fraga, tuvo ocasión de refrendar su respeto institucional por su predecesor, con motivo de una pregunta en la que lo conminaron a explorar una mediación de Fraga para la reforma: «El ex presidente está en el Senado, trabajando en sus cosas y dejando hacer», zanjó. Traspasos y bilateralidad Tras el encuentro con Montilla, que mantuvo durante más de una hora, recalcó, ante las preguntas los periodistas, su idea de que serán las urnas las que definan el contexto político más adecuado para retomar el proceso. Evitó conceder un papel decisivo en ese sentido al resultado de las municipales de mayo, si bien confió en que el escenario resultante será favorable a las «candidaturas de progreso». Touriño enfatizó ante Montilla, al que agradeció el apoyo de Cataluña en los incendios de agosto, la necesidad de mayor financiación para el Estado de las autonomías, en la que Cataluña se ha asegurado con su Estatuto una parte mayor de la tarta. Recordó también que el reto de la Xunta se centra ahora en exprimir el actual marco de autogobierno, con la negociación de las 70 transferencias pendientes, y en mejorar los mecanismos de interlocución con Madrid. Apuntó al respecto que su Gobierno aspira a mantener una relación bilateral con Madrid en el mismo plano que Cataluña, que le permita analizar y negociar los asuntos cruciales para la comunidad con «mayores elementos de interlocución. Touriño matizó, sin embargo, que ese nuevo esquema, que Quintana ya trató el miércoles en su reunión con Jordi Sevilla, requiere una orden ministerial para redefinir todo el ámbito de cooperación, ya que Galicia no dispone del rango de bilateralidad del que se ha dotado Cataluña con su nuevo marco estatutario.