En principio, el capitán del Prestige se presenta cada quince días en las comisarías de Icaria su isla natal y Atenas donde residen sus hijos tal y como fue ordenado por la Justicia española en el momento de concederle la libertad provisional bajo fianza (tres millones de euros) en febrero del 2003 y cuando, posteriormente, se le permitió regresar a su país con la condición de que el control periódico al que estaba sometido fuera asumido formalmente por la Administración griega. Fuentes próximas al capitán, que acaba de cumplir 70 años, aseguran que se encuentra bien de salud. Este aspecto es crucial de cara a la celebración del juicio, pues con toda probabilidad deberá sentarse en el banquillo.
José Luis López Sors, ex director de la Marina Mercante y también imputado en la causa, continúa vinculado a este departamento del Ministerio de Fomento como asesor del actual director, Felipe Martínez. Aunque es previsible que también se siente en el banquillo, tiene más posibilidades que Mangouras para que en última instancia no se presente una acusación de tipo penal contra él. Si finalmente es condenado, el Estado español sería considerado responsable civil subsidiario de la catástrofe y tendría que correr con buena parte del coste de los daños a terceros.