Los técnicos de la promotora, que también fueron retenidos, necesitaron protección policial para salir
05 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Un grupo de personas contrarias al puerto deportivo que construye la sociedad Marina del Atlántico en Massó cercaron ayer el consistorio cangués dispuestas a lanzarles huevos a los representantes de la empresa y a la alcaldesa de Cangas, la nacionalista Clara Millán, a la salida de una reunión en la que también participó la cofradía para tratar de buscar una salida al conflicto.
Al finalizar el encuentro, pasadas las cuatro de la tarde, tras salir decepcionados los portavoces de los marineros, los concentrados lanzaron huevos al director de obra y a otro representante de la empresa cuando intentaban abandonar el ayuntamiento por una de las puertas traseras. Ambos optaron por esperar dentro de las dependencias municipales. La Policía Local desaconsejó a la alcaldesa, a quien los opositores exigen, sin éxito, que ordene paralizar las obras, que no intentase salir hasta recibir refuerzos de la Guardia Civil.
Sobre las seis y media de la tarde, finalmente, llegaron los agentes y, con el apoyo de los municipales, protegieron la salida de los técnicos de la empresa por la puerta trasera. Abandonaron el lugar en un coche policial. Una vez en el cuartel presentaron denuncia por agresiones e insultos.
Enfrentamientos
Al mismo tiempo, se produjo un enfrentamiento entre varios de los concentrados y un familiar de la regidora local que llegó al lugar para apoyarla. Clara Millán salió por la puerta principal sin problemas, sin que llegaran a verla los manifestantes.
La reunión no provocó ningún cambio de postura ni por parte de la cofradía ni de la empresa. La primera mantiene su oposición a las obras y los marineros siguen dispuestos a paralizarlas por la vía de la fuerza, animados por la gran afluencia a la manifestación celebrada el pasado sábado contra el puerto deportivo. La promotora dejó clara su intención de proseguir los trabajos.
No asistió a la reunión ningún representante de la Autoridad Portuaria de Vigo, el organismo que otorgó la concesión para construir el polémico puerto deportivo. La alcaldesa critica el «desprezo» de Corina Porro, presidenta del Puerto, a los vecinos de Cangas. Dice que mientras Porro «non teña a ben implicarse», el conflicto tendrá «difícil solución».
Considera, sin embargo, que la reunión abrió «unha nova etapa na problemática de Massó». La cofradía no está de acuerdo. Su abogado hace hincapié en que la alcaldesa tiene competencias para paralizar las obras. Insiste en que no es una actuación de interés general, sino privado, que, además del propio puerto, contempla instalaciones hosteleras y talleres, por lo que el visto bueno del Concello es vinculante.
La cofradía puso en manos de la secretaria municipal la documentación que, a su juicio, justifica la competencia del Ayuntamiento para paralizar las obras, incluyendo las sentencias recientes sobre un caso similar, el de Punta Lagoa, en Vigo. El informe que emita será determinante. La alcaldesa afirma que si le indica que puede decretar la paralización, firmará la resolución.