Las aerolíneas de bajo coste han evolucionado en Galicia de la insignificancia a la vital trascendencia en apenas un lustro. Durante el 2004 no movieron un solo pasajero en la comunidad, mientras que a lo largo del primer semestre del 2009 lograron captar 586.886, prácticamente un tercio de los 1.941.905 totales que contabilizó Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena). Por primera vez, obtuvieron en su conjunto una cuota de mercado superior a los 30 puntos porcentuales.
Su historia aquí comenzó a escribirla Ryanair en la primavera del 2005, cuando, animada por subvenciones indirectas de la Xunta, el Concello compostelano y la Cámara de Comercio, abrió una línea directa entre Stansted (Londres) y Lavacolla. Hoy, tras tender puentes con Madrid, Alicante, Reus, Roma y Fráncfort, ya opera cinco a mayores, lo cual le vale para vender unos 35.000 billetes al mes.
El bipartito de San Caetano, en acuerdo con el Ayuntamiento, pretendía que la irlandesa, de cara al Xacobeo 2010, estableciese en la capital una base propia y pudiese así elevar sus enlaces por encima de la decena, la mayoría internacionales. La actual secretaria xeral de Turismo asevera no haber renunciado a la frustrada aspiración de su predecesor, Rubén Lois (BNG), si bien tampoco descarta que la empresa expanda su ámbito de implantación. «¿Por que non vai operar Ryanair tamén en Vigo e A Coruña? Se tecnicamente puidese, mesmo sería positivo», declara Carmen Pardo.
A la low cost de Michael O'Leary fueron siguiéndole los pasos Air Berlin, que explota una línea Compostela-Palma de Mallorca con 125.000 clientes anuales; Air Lingus, la cual une Dublín y Santiago solo en temporada de verano; y, casi a la par, Easyjet, cuya aventura en Alvedro no pasó del 2008.
El ránking regional de las firmas no tradicionales lo lidera con holgura Vueling en estos momentos, gracias a que acaba de absorber Clickair. Producto de la citada fusión, ha surgido un gigante al que solo un rival hace sombra en territorio gallego: Iberia. De matriz catalana, esa sociedad aporta sola a los tres aeropuertos ocho de cada 50 viajeros. Desde Vigo vuela tanto a Londres como a Barcelona, al igual que desde A Coruña, donde, además, lo hace a Sevilla. En Lavacolla repite la conexión con Cataluña y añade sendas con París y Málaga.