El cabecilla de la Carioca financió un equipo de fútbol de policías de Lugo

José FernándEz LUGO / LA VOZ

GALICIA

García Adán también dio dinero para patrocinar la moto de un guardia

06 abr 2011 . Actualizado a las 12:20 h.

Era como si fuera de la casa. José Manuel García Adán, el propietario de los dos principales clubes de la trama de los burdeles lucenses, tenía tan buenas relaciones con miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad que incluso financiaba algunas de sus actividades extraprofesionales. Los investigadores no descartan que en algún momento hubiese aportado dinero para alguna celebración oficial de algún cuerpo de seguridad en la capital lucense.

En la comisaría de policía, un grupo de agentes montaron un equipo de fútbol sala. Tuvo todas las bendiciones de los superiores, ya que alguno de los trofeos logrados en algún torneo acabó en las vitrinas de la comisaría. En algún momento, parece que los gastos que implicaba participar en las competiciones se dispararon, por lo que tuvieron que recurrir a pedir colaboración para obtener ingresos extras. José Manuel García Adán, que estaba siempre al quite, se enteró y no dudó en ofrecer su patrocinio.

Los policías aceptaron. Parecía normal que acabaran vistiendo las camisetas con la publicidad de alguno de los clubes de alterne del principal cabecilla de la trama. Sin embargo, la impresión de los logos les disparaba todavía más el presupuesto, razón por la cual optaron por recoger la aportación del presunto proxeneta sin rotularlas.

Adán hizo una primera entrega de 800 euros en concepto de subvención. De esa cantidad hay constancia. No obstante, los investigadores creen que hubo más aportaciones, teniendo en cuenta que Adán solía ser desprendido para este tipo de colaboraciones. Sabía perfectamente que, a la larga, obtendría buenos beneficios.

En su momento fueron imputados por la jueza varios policías de la comisaría lucense, entre ellos Miguel González, secretario general en Galicia de la Unión Federal de Policía. Este agente tuvo un papel destacado en la organización del equipo.

La moto de un guardia

García Adán también financió a un guardia civil que se encuentra imputado en la operación. Se trata de un joven agente que participa como piloto aficionado en carreras motociclistas que se celebran en diversos puntos de España. En su Kawasaki lució durante alguna temporada publicidad del club Colina, del cual era propietario José Manuel García Adán.

Según algunas referencias, el presunto proxeneta, actualmente encarcelado fuera de Galicia, hizo por lo menos dos entregas de dinero al agente y la cantidad total pudo haber sobrepasado los 1.500 euros. Numerosas mujeres aseguraron que el agente iba a los clubes de su patrocinador.

Otro dueño de burdeles, José Marcos Grandío Ascariz, vinculado con el club Eros, también financió veladas de boxeo, auspiciadas por el Concello de Lugo, durante las fiestas de San Froilán. Incluso mujeres del club subieron al ring entre asalto y asalto.