El detenido, vigués de 33 años, fue descubierto por un aficionado al porno
04 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Un vigués de 33 años ha sido detenido por filmar su particular versión de Lolita, una novela de Nabokov que narra la historia ficticia de un americano que corrompe a su hijastra, menor de edad. El hombre, supuestamente, sobornó con regalos a su hijastra de 12 años para que le hiciese masajes y otros favores. Grabó las sesiones como si fuesen vídeos caseros porno, la fotografió en poses eróticas y subió las imágenes de contenido sexual a Internet. Después envió mensajes a foros especializados en pornografía y fetichismo, donde los usuarios comparten fotos y vídeos. Y ofreció el material a varios usuarios con los que contactó previamente.
Un internauta aficionado a ese tipo de páginas desconfió de las escenas de sexo que estaba distribuyendo el implicado, ya que vio imágenes de una muchacha desnuda en actitud sexual que le parecía menor de edad.
El ahora detenido aseguraba en su oferta que su pareja sexual era su hermana. Otras fotos mostraban cómo él abusaba de la menor. El internauta sospechó que aquellas imágenes no eran vídeos caseros de sexo consentido entre adultos, sino pornografía infantil. Inmediatamente, envió una denuncia al buzón electrónico de la Policía Nacional para alertar del posible delito.
La pista era buena. Los agentes de la sección de Protección al Menor de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) usaron un programa de reconocimiento de caras y tratamiento de la imagen para averiguar más sobre el autor y la víctima. Las fotos y vídeos eran una valiosa fuente para reconocer escenarios y localizaciones. También rastrearon las redes sociales hasta que localizaron en Vigo al pederasta y a su víctima. Con una orden judicial, entraron en su casa y hallaron las fotos de pornografía infantil y los archivos distribuidos en la red. La niña explicó a los agentes que la relación con el novio de su madre no era buena y que él le hacía regalos constantemente a cambio de masajes y otros favores.
El hombre confesó que había grabado a la niña y que distribuyó el material pedófilo. Admitió también que era un consumidor habitual de pornografía infantil. Fue imputado por un delito de prostitución y corrupción de menores. La policía agradeció la colaboración ciudadana para «acabar con esta lacra».
El novio de la madre le hacía regalos a la niña a cambio de «masajes»
La policía siguió su rastro en la red social y con un programa que reconoce caras