13 mar 2012 . Actualizado a las 15:43 h.

Cuatro años de crisis, ni un duro en las arcas públicas, ajustes en servicios esenciales como sanidad y educación, rebajas salariales a los funcionarios, más tijeretazos en el horizonte... Sólo este drama ha sido capaz de convencer al Gobierno de la Xunta de que no se pueden sostener cientos de chiringuitos públicos, con sus respectivos directivos, funcionarios, coches públicos, dietas... Ni tampoco se puede mantener el minifundismo municipal, con 315 ayuntamientos, cada uno de ellos con muchos servicios propios, con sus 315 alcaldes y miles de concejales. Esta mañana, por fin, Feijoo anunció la supresión de unos cuantos entes público y la fusión de dos concellos gallegos por primera vez en 44 años. Ya era hora. Aunque mucho mejor nos habría ido si este ajuste se hubiera hecho hace tiempo. Se habría evitado el despilfarro de muchos millones de euros que ahora taparían muchos agujeros.