La salud de la oposición

Carlos Cigarrán JEFE DE PROYECTOS DE SONDAXE

GALICIA

02 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El desalojo del bipartito en las últimas elecciones autonómicas marcó el inicio de la crisis interna, tanto en el PSdeG-PSOE como en el BNG. Dos años más tarde llegaron las municipales y en noviembre del pasado año las elecciones generales, que no hicieron más que confirmar el declive de ambas fuerzas políticas.

Con objeto de cambiar dicha tendencia de resultados, ambas formaciones llevaron a cabo este invierno sendos congresos. A finales de enero se celebró la 13.ª asamblea nacional del Bloque Nacionalista Galego, y en marzo tuvo lugar el 12.º congreso del Partido Socialista de Galicia.

Los datos que refleja la encuesta de Sondaxe, que pública hoy La Voz de Galicia, indican que con la celebración de ambos foros no parece haberse iniciado el camino hacia la remontada de la izquierda.

En el caso del socialismo, son un 58 % los gallegos que consideran que tras la reelección de Pachi Vázquez como secretario general, el partido no se refuerza; siendo un 45 % los que consideran que sale debilitado, opinión que comparten la mitad de los que votaron al PSdeG-PSOE en los últimos comicios autonómicos.

Con el frente nacionalista, la herida no es que no se cierre, sino que parece agravarse. Hace un mes, con la salida de los irmandiños, planteábamos también a la opinión gallega cómo valoraban las escisiones que se estaban produciendo en el seno del BNG: el 34 % consideraban que perjudicarían al resultado electoral del nacionalismo. Un mes más tarde y después de seguir produciéndose bajas, como la de Máis Galiza, entre otras, esa percepción de los gallegos se ha incrementado y afecta a un 44 % de la población, teniendo mayor incidencia en los varones y en los de menor edad. Por el contrario, se mantiene el porcentaje de aquellos que ven en las separaciones o divisiones del BNG un fortalecimiento del voto nacionalista, que tan solo alcanza al 9 % de los consultados.

Así, a través de la encuesta de Sondaxe, vemos cómo la mayoría de los gallegos piensan que no le queda más remedio a la oposición que ponerse las pilas, es decir cuidarse y fortalecerse, para poder afrontar el próximo otoño y no volver a caer en otro proceso gripal, como le pasó hace tres años.