
Ribas de Sil alcanzó los 43 grados en una jornada con 244 concellos en alerta
11 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Galicia vivió ayer el que muy probablemente haya sido el día más caluroso del año hasta la fecha. La octava jornada de la ola de calor, que desde hace más de una semana apenas da tregua, disparó los termómetros por encima de los 40 grados en muchos puntos del interior de Lugo y Ourense, con récord de temperatura incluido. Los 43 grados registrados a las 17.20 horas por la estación de MeteoGalicia de San Clodio, en el municipio lucense de Ribas de Sil, no solo fijaron la temperatura máxima del día, sino del año. Una marca dos décimas superior a los 42,8 grados alcanzados el pasado lunes en la estación de Ribadavia de la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) y cinco por encima de los 42,5 de Ourense ciudad, documentados también el lunes por MeteoGalicia. Dos cifras que, hasta ayer, habían supuesto la temperatura máxima de la segunda ola de calor del verano.
El pasado domingo también fue el día que puso a más municipios en jaque por el calor. Hasta 244 de los 313 concellos de Galicia, es decir, el 78 % del total, tuvieron alguna alarma por altas temperaturas. En alerta roja permanecieron la comarca de Valdeorras y el Miño de Ourense, donde los termómetros superaron los 42 grados. Un nivel por debajo, en aviso naranja, estuvieron el interior de A Coruña (con máximas por encima de los 34 grados, y de los 37 en el caso de la zona que va de Santiago a Melide), la montaña lucense (las máximas fueron superiores a los 37 grados), y el sur de Lugo, el sur de Ourense y el Miño de Pontevedra, donde las temperaturas se situaron por encima de los 39 grados. En alerta amarilla se mantuvieron el noroeste de A Coruña (con valores por encima de los 34 grados de forma puntual), y el centro de Lugo, el interior de Pontevedra y el noroeste y la montaña de Ourense, donde el mercurio superó los 36 grados.
Por fortuna, la ola de calor parece que empieza a remitir poco a poco y hoy solo tienen alertas algunas zonas del sur y el interior de la comunidad, que suavizarán su grado de alarma. Así, el Miño de Ourense descenderá al nivel naranja, mientras que al amarillo lo harán el Miño de Pontevedra, el sur de Lugo, el sur de Ourense y la comarca de Valdeorras. Mañana solo mantendrán la alerta amarilla el Miño de Ourense y Pontevedra y Valdeorras, con el resto de la comunidad situada en valores térmicos entre los 15 y los 33 grados. Ya el miércoles es posible que por fin llegue a término este episodio de calor extremo, tal y como pronostica la Aemet, si bien puntualiza que «a partir del jueves no está clara la evolución de las temperaturas». Si se cumple la previsión del organismo estatal de predicción meteorológica, esta ola de calor habrá durado un total de 11 días, lo que la convertiría en una de las más duraderas desde que hay registros.
Sin embargo, su impacto en Galicia ha sido desigual, lo que en algunos casos ha dejado contrastes térmicos de más de 20 grados, incluso dentro de una misma provincia. El caso más paradigmático quizá sea el de Lugo. Mientras que en Ribas de Sil alcanzaban la temperatura máxima del año —los 43 grados antes mencionados— en Burela, en A Mariña, se quedaban en 19,1. Una diferencia de 24 grados entre dos puntos que están a poco más de 130 kilómetros de distancia en línea recta. «Hay pocos territorios que tengan una diferencia térmica tan brutal en tan pocos kilómetros como ocurre en Galicia», señala el meteorólogo de MeteoGalicia Alberto Romero. «Y no hace falta irse a Lugo. Ayer mismo, en A Coruña había 27 grados, mientras que en Abegondo estaban a 38», continúa el especialista. Este contraste se debe a factores como el relieve de la región, con valles y montañas pronunciados, el influjo del mar o la humedad relativa.