Foz, un juego muy repartido en el que todos mantienen sus trece

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La falta de consenso pone en peligro algunos servicios

20 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«Economía vaise facer cargo das contas dalgúns concellos de toda España. Esperemos que un deles non sexa Foz». El alcalde de ese concello con 9.968 habitantes, Javier Jorge Castiñeira, se lamenta de que no le dejan gobernar. Porque el juego político está muy repartido. PP, cinco concejales. PSOE, cuatro. Unifoz (partido formado en las últimas elecciones locales), tres. BNG, uno. Y los participantes no logran un consenso en asuntos que pueden hipotecar la prestación de servicios o, incluso, el pago de las nóminas.

No lo hicieron ya cuando debatieron el plan de ajuste presentado por el Gobierno local, perdiendo la oportunidad de acogerse a los créditos del ICO promovidos para saldar la deuda contraída con los proveedores. Esta asciende a un millón de euros, que se elevan a 1,5 millones tras incluir otras facturas.

Ahora han de ajustar las cuentas para hacerle frente. Y, aunque el Estado va a retenerles a partir de septiembre, o incluso podría hacerlo a partir de julio, el 50 % de lo que les correspondería por la participación en los tributos del Estado (unos 65.000 euros al mes), por el momento parece que ningún jugador está dispuesto a dar su brazo a torcer. De hecho, el diputado popular en Santiago, José Manuel Balseiro, llevó el asunto de la falta de consenso al Parlamento.

En la calle

Mientras en la calle son pocos los que quieren hablar del asunto. «Los proveedores quieren cobrar», apunta una vecina, mientras que otra dice que a nadie le gusta que le suban los impuestos, «e para falar hai que ver ben cómo é o tema»

Para el alcalde, la falta de apoyo al plan del resto de fuerzas hizo perder a Foz la oportunidad de tener unas finanzas desahogadas. Defiende que es mejor abonar un interés más alto que permita pagar la deuda en un mayor plazo de tiempo que vivir ahogado a corto plazo, aunque la contrapartida sea desembolsar menos de interés. Pero para partidos como el PSOE o el BNG su aprobación supondría una hipoteca muy alta para los focenses. «É unha fraude do Goberno central aos concellos para favorecer á banca. O BCE está prestando os cartos ao 1 % e eles van poñer un rédito que é dun 7,25 %», explica el portavoz del PSOE, José María García Rivera, mientras que su homólogo del BNG, Xan Carlos González Basanta, añade que «o crédito suporía para o concello pagar uns 500.000 euros de xuros».

Unifoz tampoco llegó a un acuerdo en el diseño. «Por 20.000 euros todo», dice el portavoz del partido, Xaime Cancio.

La esperanza del alcalde y de algún grupo es una tasa de depuración, un servicio que podría reportar unos 400.000 euros de ingresos anuales. «Hai que incluílos no presuposto», apuntan de Unifoz. De ahí que dar luz verde al nuevo impuesto parece que tampoco será fácil. Lo mismo que las cuentas.