Feijoo tiene cinco días para decidir si fija las elecciones con las vascas

Uno de los deberes que el presidente de la Xunta se llevó el pasado día 13 a su retiro estival consistía en despejar la ecuación de un posible adelanto al otoño de las elecciones gallegas, inicialmente previstas para marzo del 2013. Y esta tarea no ha cambiado. Aunque Alberto Núñez Feijoo la debe resolver ahora con los tiempos marcados desde el País Vasco, después de que su lendakari, Patxi López, anunciara la convocatoria de los comicios vascos para el 21 de octubre.

El hecho de que vascos y gallegos fueron llamados el mismo día a las urnas en el 2009 contribuyó a dejar abierta la perspectiva de que se produjera una nueva coincidencia de las agendas electorales de ambas comunidades. En Galicia, el debate en torno a un posible adelanto estaba abierto, de la misma forma que lo estaba en Euskadi, donde el Gobierno de Patxi López se quedó en minoría al perder la confianza del PP.

Es por ello que la decisión del lendakari de adelantar obliga a Feijoo a sopesar la posibilidad de hacer lo propio para acompasar el calendario gallego al vasco y evitar así una sucesión de procesos electorales con poco tiempo de descanso entre ambos.

Cinco días de plazo

En la visita que Feijoo giró ayer a la capilla ardiente instalada en Teo por Avelino Pousa Antelo, el líder del PPdeG optó por mantener el suspense al remarcar ante los periodistas que «un velorio non é lugar para falar de eleccións». No obstante, el jefe del Ejecutivo gallego tiene ante sí cinco días de plazo para tomar una decisión, pues el decreto para hacer coincidir las autonómicas gallegas con las vascas tendría que aprobarse el próximo lunes como muy tarde, una vez oído el Consello de la Xunta, lo que permitiría publicarlo en el Diario Oficial de Galicia (DOG) al día siguiente, es decir, cumpliendo los 54 días que, como mínimo, tienen que distar entre la convocatoria y la fecha de las elecciones.

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