
«Es una cabrona de siete mil pares de cojones». Esta lindeza dirigida a Estela San José Asensio salió de la boca de un empresario de Lugo. Está recogida en una polémica grabación que hizo el cabecilla de la operación Campeón, Jorge Dorribo, para tratar de demostrar que, presuntamente, le dio dinero al presidente de la Audiencia de Lugo. Cuando le tomó declaración a quien pronunció la frase le dijo: «Si dice que soy una cabrona por hacer mi trabajo y por meter en prisión a los que nos roban, entonces está en lo cierto».
Estela San José Asensio (Valladolid, 1973) empezó de jueza en Sahagún. De allí se vino a Lugo, donde encontró material para dar y tomar. Además de ocuparse de alcaldes y funcionarios presuntamente corruptos, asume la violencia machista. Sus amigos dicen que tiene una capacidad de trabajo alucinante y que no hay pista para correr cuando se cabrea. A las nueve está en el juzgado y suele irse de última. No se pierde un día de gimnasio.
Tumbó a un subdelegado del Gobierno, a un jefe de Tráfico, a un alcalde... Puso nervioso e incomodó a Orozco y metió en danza a José Blanco. Cuando lo hizo, la llamaron casi de todo. «No hay caso ni lo habrá», dijo el que fuera ministro socialista y número dos de Zapatero, pero el Supremo sigue investigándolo. Evidentemente, la acusaron de estar del lado del PP. Entre sus víctimas están el diputado Pablo Cobián y el exalcalde de Boqueixón, Adolfo Gacio, ambos del PP. También dimitieron.
Su lista de golpes se completa con la detención del alcalde y tres concejales de Castro de Rei, la trama de las multas en Tráfico y en la Policía Local de Lugo y, evidentemente, la operación Campeón, que hizo temblar a la clase política.
En una de sus operaciones logró desmantelar una red que explotaba a marroquíes pagándoles un céntimo por ir a recoger pollos por las noches. Algunos de los afectados por la trama pudieron subsistir gracias a la comida sufragada por la jueza y los propios funcionarios. Sus detractores no tuvieron ni el más mínimo escrúpulo en airear aspectos que corresponden a su vida particular. La siguieron, le hicieron fotos en diversos lugares... Ser objeto de sus investigaciones es muy engorroso.
ESTEla san josé asensio juzgado de instrucción n.º 3 de lugo