El verano gallego puede sobrevivir al pronóstico de los franceses

Susana Basterrechea REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

M. MARRAS

El agorero anuncio de un canal del país vecino de que este año no habrá verano ha soliviantado a los meteorólogos. Dicen que el pronóstico es exagerado, impreciso y muy poco fiable. Y piden calma: nada indica que el estío galaico no vaya a ser normal

02 jun 2013 . Actualizado a las 20:03 h.

Cuando Juan Taboada, meteorólogo del departamento de predicción de MeteoGalicia, fue a recoger a su hijo al colegio el pasado lunes, lo que se encontró fue un corrillo de padres que lo bombardearon a preguntas: «¿Es cierto que no va a haber verano? ¿Va a hacer frío y a llover? ¿En julio y en agosto? ¿Nos vamos a quedar sin playa?».

El motivo para tal interrogatorio es el pronóstico hecho por La Chaîne Météo de una empresa francesa de servicios meteorológicos. En resumen: que todo el oeste de Europa, desde Suecia a Portugal, pasando por Galicia, va a tener un verano de perros este año. Tan malo, afirman los franceses, que solo se recuerda uno peor, hace casi dos siglos. «Me parece una exageración. Las predicciones estacionales en latitudes medias son muy poco fiables porque la atmósfera tiene una dinámica muy rápida y las previsiones cambian de forma veloz. No digo que al final no se pueda cumplir, pero sería casualidad. Hay que ir semana a semana. A día de hoy no hay que desanimarse ni entrar en pánico», apunta Taboada. «Y la comparación con lo que sucedió en 1816 es muy desafortunada», agrega.

Ese año la temperatura mundial descendió a causa, entre otras, de una mínima actividad solar y de la erupción de un volcán en Indonesia, que inyectó aerosoles, partículas, en la atmósfera que llegaron a la estratosfera, distribuyéndose rápidamente por todo el globo. «No tiene ningún sentido, es una barbaridad», redunda otro meteorólogo gallego, Martín Barreiro, de TVE, para quien la predicción francesa «usa datos extraños, no cita los modelos y es de una empresa privada. Tiene el mismo rigor científico que decir que nevará en verano». «En Galicia hay gente preocupada planeando sus vacaciones y esto es un jarro de agua fría, cuando encima los organismos fiables, públicos, dicen lo contrario, que va a ser un verano normal», añade.

Barreiro se refiere al Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo -«la voz más autorizada»-, a la británica Met Office y a la norteamericana National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA). «Y ellos ya dicen que es una estimación, una tendencia, y que hay que cogerla con pinzas», señala. Su colega Taboada recuerda incluso que en la agencia inglesa ya no hacen públicas estas predicciones y, tras el batacazo que se llevaron en el verano del 2009, las han restringdo para consumo interno: «Pronosticaron sol y calor y al final fue un verano inglés, gris y lluvioso. Creo que las protestas llegaron al Parlamento».

«Es que la fiabilidad de estas previsiones es limitada, podemos fallar», avisa Francisco Infante, delegado de la Aemet en Galicia. Por eso, la afirmación tan catastrófica y rotunda que han hecho en Francia le parece «mucho decir». «Nosotros no vemos tendencias significativas, vemos un verano normal».

El mismo que vaticina Santiago Pemán, hombre del tiempo durante 25 años en la TVG. «Tendremos verano», sentencia. Las témporas (el método popular de predicción estacional que usa) no tienen base científica, «pero las respeto más que lo que dicen los franceses. ¿Qué quieren? ¿Que el turismo vaya a París y no a la costa?», añade. Para Pemán, el pronóstico galo es como el de los mayas del fin del mundo: «Ya podemos ir a comprar el bañador». «Lo más honesto es decir la verdad. Ahora no sabemos cómo será realmente el verano. Ni nosotros ni los franceses», concluye Taboada.