La Policía Científica comprobará la actividad que tuvo el dispositivo antes del siniestro
09 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La tableta electrónica del maquinista del Alvia será examinada concienzudamente para saber qué tipo de actividad tuvo en los momentos previos al descarrilamiento. Los investigadores del accidente del Alvia quieren tener todos los cabos bien atados y por eso han enviado a los laboratorios de la Policía Científica en Madrid la tableta que Francisco José Garzón llevaba en la cabina del tren siniestrado y que, como él mismo declaró al juez, utilizaba en sus viajes para ampliar los detalles de las rutas que le correspondían. También fue enviado el teléfono móvil profesional asignado por Renfe a Garzón -contratado con Vodafone- y con el que, segundos antes del siniestro, hablaba con el interventor, Antonio Martín Marugán.
Los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía, dirigidos por el juez Luis Aláez, quieren analizar todas las posibilidades que puedan explicar el grave siniestro, y por eso han solicitado un examen detallado del dispositivo electrónico para comprobar cuál fue su actividad durante los minutos previos a la salida de vía del tren, según explicaron fuentes cercanas al caso. Ese proceso será complejo debido a que el dispositivo electrónico quedó prácticamente destrozado por la violencia del golpe durante el descarrilamiento. Los especialistas en informática forense de la Policía Científica buscarán la forma de realizar una copia del disco duro de la tableta y proceder al volcado de la información que contiene.
La tableta electrónica del maquinista no apareció en el registro efectuado esta semana por la policía a los restos del convoy siniestrado, en la explanada de un taller de A Escravitude, en Padrón. Estaba entre los objetos y equipajes que fueron recuperados después del accidente, pero su estado de deterioro impidió su identificación hasta el pasado domingo.
Los últimos kilómetros
Otra parte de la investigación de la Policía Científica se centrará en la reconstrucción virtual de los últimos momentos del Alvia antes del descarrilamiento en la curva de A Grandeira, a cuatro kilómetros de la estación de Santiago. Los especialistas de la policía realizarán una prueba infográfica para tratar de reproducir lo que sucedió en la cabina del tren Alvia durante los últimos kilómetros antes del descarrilamiento. El objetivo es presentarle al juez una visión lo más completa posible de lo que pudo ocurrir, especialmente desde que el maquinista descolgó el teléfono móvil para atender la llamada del interventor del tren hasta que se produjo el descarrilamiento.