Rajoy quiere implicar a Feijoo en la campaña europea

GALICIA

Los populares apuestan por embarcar a los españoles en una larguísima campaña de cara a las elecciones europeas

02 dic 2013 . Actualizado a las 12:31 h.

La cosa no pinta bien, al menos en los sondeos. Y, por ello, el PP apuesta por embarcar a los españoles en una larguísima campaña de cara a las elecciones europeas del próximo mes de mayo. El objetivo es que los mensajes repetidos una y mil veces hasta que lleguen esos comicios calen de manera más perdurable de lo que lo harían en una campaña convencional, en la que la premura de tiempo obliga a ir al trazo grueso.

Ahí, en el trazo grueso, es donde los estrategas de Génova creen que tendrían las de perder, porque sería difícil contrarrestar a un PSOE lanzado a degüello aventando las cifras de paro o el recorte de los salarios sin ponerlos en contexto. Lo que pretende Rajoy es explicar que, aunque ahora estemos igual o peor que cuando él llegó, dentro de poco estaremos mucho mejor. «Infinitamente mejor», en sus optimistas palabras.

De modo que el líder del PP ha dado por comenzada la precampaña de unas elecciones para las que quedan cinco meses, y en la que una de sus bazas principales será el respaldo de sus barones, a los que ha pedido ya un esfuerzo para apoyar su gestión, por alto que haya sido el coste político en sus respectivas autonomías. Los actos de partido se van a incrementar exponencialmente. Y también la implicación de un Rajoy que hasta ahora se ha centrado exclusivamente en la labor de gobierno.

El barón más fuerte del PP

El líder popular quiere que uno de los pilares de esa campaña de respaldo al Gobierno sea Alberto Núñez Feijoo, convertido ya sin ninguna duda en el principal ariete de Rajoy, una vez que el murciano Ramón Luis Valcárcel o el castellanoleonés Juan Vicente Herrera están ya en retirada, el valenciano Alberto Fabra en caída libre y el madrileño Ignacio González se ha convertido en la oposición interna al presidente del Gobierno.

De momento, como se pudo comprobar ayer, Feijoo se encuentra más cómodo atacando al PSOE por su falta de respuesta y hasta su connivencia con el soberanismo catalán que defendiendo la gestión económica de Rajoy. Sabe que es uno de los flancos débiles de los socialistas, y que pueden pagarlo caro en unos comicios que, no se olvide, se celebran con circunscripción única, de manera que la fuerza del voto nacionalista se debilita.

Está por ver si Feijoo se va a implicar igual en esta larguísima precampaña a la hora de defender los recortes llevados a cabo por el Gobierno. Rajoy, desde luego, se lo va a pedir. Ayer, de momento, al repasar sus primeros doce meses de su segunda legislatura en la Xunta, prefirió la prudencia de apelar a un gran pacto de Estado para salir de la crisis y de defender su propia gestión, en lugar de mostrar un gran entusiasmo por lo hecho hasta ahora por el Gobierno. Espera que en estos cinco meses los datos le den ya algo de lo que presumir.