En noviembre, la víctima ya sufrió las consecuencias de un exceso de confianza

La Voz

GALICIA

Poio

04 feb 2014 . Actualizado a las 17:35 h.

Tanto familiares como conocidos coinciden en que el carácter extrovertido de Secundino pudo condenarlo. Relataron que era bastante común que invitase a su casa a individuos de toda condición, algo que en noviembre ya le jugó una mala pasada cuando fue asaltado en su casa por dos personas que se habían ganado su amistad días antes en La Luna.

Aquel 28 de noviembre, Marcos M.?R. y Cándido R.?S. se desplazaron hasta la vivienda de Chancelas con el aparente propósito de consumar un robo. Previamente, acompañados por una mujer, habían contactado con este vecino de Poio a la salida de la sala de fiestas. Secundino buscaba a alguien que lo bajase hasta Poio y los sospechosos, alegando que se dirigían a Sanxenxo, se ofrecieron a llevarlo.

Al día siguiente, los tres se personaron en su casa con la excusa de una visita. Se cree que entonces pudieron haber sustraído una cartilla bancaria que, supuestamente, habrían empleado para extraer fraudulentamente 1.200 euros. Marcos y Cándido ingresaron en prisión.

No era la primera vez que sus vecinos le ponían sobre aviso por este carácter, una forma de ser que le llevaba a invitar a su morada a perfectos desconocidos. «Gustáballe dicir que tiña moitos cartos ou que vivía nunha casa con tres plantas, cando ao mellor o tiña todo no banco», subrayaron al respecto. Secundino era muy conocido en Combarro y O Vao, donde solía vérsele vendiendo décimos de la lotería nacional.

Al igual que ayer, en noviembre no estaba solo cuando los ladrones accedieron a su vivienda. «Me querían matar», explicó a La Voz, al tiempo que resaltó que la reacción de su cuidadora impidió que la cosa fuera a mayores. En aquella entrevista, la mujer aseguró que nunca más volvería a pisar la casa por el miedo que sintió. Así lo hizo.

Secundino permaneció cerca de un mes viviendo con su hermano hasta que regresó a lo que consideraba su hogar.