José Antonio Iglesias: «De la actuación básica en Angrois no cambiaría ninguna cosa»

GALICIA

La mayor complicación fue el lugar del accidente, apunta Iglesias
24 mar 2014 . Actualizado a las 16:26 h.Hace unos días el 061 organizaba unas jornadas sobre las lecciones aprendidas en tres tragedias: el 11-M, el accidente de Spanair y Angrois. El responsable de coordinar el operativo de urgencias en la fatídica curva de A Grandeira, José Antonio Iglesias (Oviedo, 1965), asegura que los recursos fueron adecuados. En dos horas y cinco minutos se evacuó a los 156 heridos.
-Si volviese al 24 de julio, ¿qué haría de forma distinta?
-De la actuación básica no cambiaría ninguna cosa. Se hizo todo de acuerdo al plan de emergencias sanitarias que tiene el 061. Se dividió la central de coordinación, una para encargarse de la catástrofe y otra para las llamadas habituales, y el dispositivo asistencial que se desplegó en Angrois considero que fue absolutamente adecuado a las características de la catástrofe que vivimos.
-El responsable de organizar la asistencia en el accidente de Spanair afirmaba que los recursos fueron desproporcionados.
-Era un accidente muy diferente. Aquí no hizo falta intuir. Teníamos una unidad allí en ocho minutos. A partir de ahí teníamos una idea muy cercana de lo que estaba sucediendo, y al final se comprobó que los recursos que movilizamos fueron suficientes, más de cien profesionales y 66 ambulancias.
-Otra de las conclusiones de la jornada fue la dificultad de coordinar distintos servicios de emergencia.
-Más que la coordinación, que funciona, lo que hace falta es una señalización muy adecuada, levantar la mirada y saber a quién te tienes que dirigir. Que al levantar la cabeza, si necesito un médico vea el casco de un médico, y si necesito un bombero lo vea exactamente. En Angrois estaba Policía Local, Autonómica, Guardia Civil, Policía Nacional, bomberos de varios parques, Protección Civil y nosotros. Teníamos a los vecinos y una condición especial, que el accidente sucedió muy cerca de la estación, por lo que teníamos que manejar el foco de las víctimas, y el de los familiares que se desplazaban desde allí.
-Y a vecinos que no son profesionales de emergencia.
-De los vecinos solo podemos hablar positivamente porque lo que hicieron fue acompañar a los heridos fuera del foco del accidente, y a los atrapados y graves mientras trabajaban los servicios de emergencia. En ningún caso pretendieron ejercer una labor para la que no estaban preparados, y nosotros tenemos que agradecer ese trabajo de acompañamiento.
-¿Qué fue lo más complicado?
-El lugar. Había vagones montados unos encima de otros, volcados, e incluso uno ardiendo. Y la curva de Angrois tiene un talud muy importante, por lo que los equipos de emergencia que llegaron en un primer momento no podían bajar directamente.
-Dentro de las lecciones aprendidas destacaron la necesidad de formar al personal de primaria.
-El personal de primaria es básico porque si este accidente hubiese sucedido en el rural serían los primeros en hacerse cargo. Ya hemos hecho cursos, pero nos gusta trabajar con ellos en aspectos no esencialmente médicos, como la seguridad del escenario o el cómo enviar adecuada información de lo que está sucediendo.
-El 061 ha protocolizado que los pacientes leves de tráficos se envíen a clínicas privadas. ¿Detectaban saturación en las urgencias públicas?
-El 061 lleva toda la vida derivando pacientes de accidentes de tráfico a las privadas, lo que hemos hecho es ordenarlo. Siempre prevalece el criterio médico ante todo, por lo que si este considera que debe ir a un centro público se envía, y después está el criterio del paciente. Los servicios de urgencias, en algunas épocas del año, tienen picos de atención más altos, pero así también logramos que sean atendidos más rápido -porque en la pública lo primero es lo grave- y mayor comodidad, porque las compañías de seguros hacen el seguimiento en los centros privados.