Un 77 % de los entrevistados no se decantan, mientras que el PP y el PSOE retroceden en 450.000 votos respecto a las últimas europeas
30 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La primera conclusión de la encuesta de Sondaxe es que no sabemos nada del 77,3 % de los entrevistados, que se sitúan en el voto en blanco (4,4 %), la abstención decidida (35,5 %) o no contestan sobre su intención de voto (37,4 %), sean indecisos o no informantes. Es por esto que en nuestros días fallan la generalidad de las técnicas de estimación: tienen que distribuir demasiada incertidumbre y sobrecorrigen los datos. Sondaxe lo tiene bien resuelto integrando la tasa de participación en el procedimiento. Esto nos indica que calculan el número de electores que votan a cada partido, siendo un subproducto la equivalencia porcentual que nos presenta. En otras palabras, da lo mismo que solo tengamos 40 entrevistados que votaron al PP en las elecciones autonómicas del año 2012 mientras tengamos claro que equivalen a 661.281 votos; porque entonces, los que nos dicen que van a volver a votar al PP en estas elecciones europeas, que son el 35,2 % de los de aquellas elecciones autonómicas, son 232.771 electores. En nuestros días no se puede trabajar con desviaciones porcentuales respecto a un comportamiento conocido porque te la pegas y esta es la segunda conclusión, Sondaxe ha resuelto perfectamente un problema técnico muy complejo. La tercera conclusión es que la participación será muy baja en Galicia (31,1 %) e inferior a la del año 2009 (43,3 %). En concreto, sobre un censo de 2,7 millones de electores se espera el voto de unos 850.000. Los datos de esta encuesta son anteriores al conocimiento de todas las candidaturas y deben variar, aunque pensamos que no sustancialmente.
Sobre los resultados, en la contienda convencional la lista más votada en Galicia será el PP, aunque retrocediendo más de 200.000 votos con respecto a los 571.320 del año 2009. Aún así, los populares se llevan el 45% de los válidos. El PSdeG-PSOE se desploma, perderá tanto como el PP, para sumar ahora 175.000 votos, muy alejados de los 403.121 que obtuvo en los comicios europeos del año 2009. El pacto entre IU y Anova les ha funcionado, porque mantiene tantos votos decididos como los de PSdeG-PSOE a dos meses vista de una campaña en la que los socialistas solo pueden perder.
En la contienda de la ruptura no hay nadie. Ni Podemos, ni el Partido X, ni el juez Elpidio Silva ni nadie. Y en la contienda de la ruptura con España, donde solo compite el BNG en coalición con EH-Bildu, no hay números: unos 40.000 electores que son 65.000 menos de los que obtuvieron en el año 2009, con una transferencia de voto abierta hacia IU y Anova. El BNG obtendría ahora el 4,6 % de los votos válidos según la encuesta de Sondaxe, que también nos informa sobre la ocultación de la intención de voto de 7 de cada 10 de sus electores del año 2012. El pacto entre el BNG y EH-Bildu lo es entre quienes representan a personas que quieren un Estado propio, distinto del español. Pensamos que esta ocultación de voto del elector del BNG se atenuará conforme nos acerquemos a la campaña. Queremos decir con esto que sería normal un mejor resultado final del BNG imposible de predecir en las encuestas.
El PP y el PSOE retroceden casi 450.000 votos en Galicia respecto a sus resultados del año 2009. Ahora suman entre los dos menos de lo que entonces el PP. El bipartidismo va a perder el 25 de mayo más de la mitad de los votantes que tuvo en las últimas elecciones europeas. Si pasa esto en Galicia, imaginen en España, la catástrofe está asegurada. Representan ya a sus nóminas, al mundo rural más ausente y otras personas de orden, cada vez menos, que soportan la escandalera porque esto funciona así, dicen unos, o porque somos así, justifican los otros. Enfrente, la mayoría silenciosa.
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