La Fiscalía acaba de recurrir la sentencia del Prestige en el Supremo. «Creemos que el delito de desobediencia del capitán tiene trascendencia medioambiental. La desobediencia aumenta el riesgo de catástrofe. También creemos que Mangouras era responsable del barco que llevaba».
-¿Cuáles son las amenazas al medio ambiente gallego?
-Elegiría tres: los incendios, la situación de rías y ríos, y la problemática de las explotaciones mineras.
-¿Cómo se presenta la campaña de incendios?
-Incierta. En los últimos años hay un retraso del verano. Las crisis incendiarias se dan a finales de agosto, septiembre e incluso octubre. Estamos teniendo otoños más secos y lluvias más torrenciales. La tendencia es que habrá más incendios porque el clima es cada vez más seco.
-¿Se ha conseguido aislar a quien quema el monte o sigue habiendo complicidad?
-Es diferente la percepción en el mundo urbano que en el rural. En algunos aspectos se rebajó esa tolerancia, en otros queda mucho por hacer. Hay un consenso en no exculpar conductas en zonas urbanas, pero en otras áreas se sigue tolerando el uso inadecuado del fuego, que genera riesgos. Hay que hacer más esfuerzo ahí.
-Las rías son únicas en Europa y parece que no las apreciamos.
-Así es. Hay un problema muy importante de depuración de aguas urbanas. No es fácil de resolver porque hay una dispersión poblacional que no permite concentrar servicios. Pero debería ser una prioridad absoluta. Las rías son nuestro tesoro.
-Los ríos también sufren esos mismos problemas, ¿no?
-Sí, es una pena. Aguas fecales, vertidos de purines, industriales, problemas de caudales ecológicos. Un régimen de explotación hidroeléctrica más propio del siglo XIX también influye. Galicia, el país de los mil ríos, podría explotar este gran atractivo, pero tenemos unos ríos enfermos. Han sufrido siempre una mala gestión, una mala explotación. Cualquier pescador podría decir que los ríos están peor ahora que antes.
-¿Aguas de Galicia y la confederación no ejercen de policía?
-Tienen competencias para ello. Mi labor como fiscal empieza cuando esos controles administrativos no funcionan. Y hay bastantes denuncias, lo que quiere decir que la Administración ha fracasado.