Leiceaga se desmarca del respaldo del PSdeG al concierto económico gallego

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Xoán A. Soler

Los socialistas apoyan una ley del BNG para instaurar un cupo fiscal, que vetó el PP

08 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Prexudica a Galicia e poñería en cuestión a estabilidade financeira da Xunta». Así se contundente se mostró el candidato del PSdeG a la presidencia de la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, sobre la implantación en Galicia un concierto económico similar al del País Vasco o Navarra, después de saber que los diputados de su partido acababan de votar a favor de que el Parlamento gallego tramita una ley, que llevaba la firma del BNG, en la que se reclamaban precisamente la creación de un cupo fiscal propio para Galicia.

La discusión de la iniciativa nacionalista que defendió Francisco Jorquera en la tribuna de O Hórreo provocó un desajuste palpable en la forma de operar de los socialistas, pues el grupo parlamentario decidió de forma unánime, en su reunión del lunes, apoyar la toma en consideración de la proposición de ley del BNG, de la que discrepaba algún miembro de la comisión gestora que dirige provisionalmente el partido en Galicia e incluso su candidato a la Xunta.

«Entereime hai breves momentos», explicó Leiceaga sobre el sentido de la votación, para dejar claro que entre sus atribuciones no está la de decidir lo que han de votar los diputados. En todo caso, puso de relieve que el voto favorable del PSdeG al cupo fiscal gallego, que exigiría una reforma constitucional, se circunscribía más a la forma que al fondo, es decir, a facilitar que se pudiera debatir la propuesta más que a apoyar su contenido. De lo contrario, «tería sido unha decisión equivocada», subrayó Leiceaga, quien abundó en que el cupo fiscal propio «prexudicaría gravemente a Galicia» y, de extenderse a todos los territorios, ocasionaría una merma de recursos a la Xunta superior a los 1.000 millones de euros al año.

El veto de los populares

En todo caso, el texto legislativo promovido por el BNG no salió adelante, pues su toma en consideración, pese ser apoyada por la oposición, contó con el veto del grupo mayoritario del PP. El portavoz de hacienda de los socialistas, Juan Carlos González Santín, ya marcó distancias durante el debate con la proposición de ley, al advertir que, de aplicarse, «podíamos quedarnos co 100 % da recadación e non chegar para pagar todo o que precisa a comunidade autónoma». No obstante, asumió la decisión colegiada del grupo y aceptó votar a favor de tramitar el texto para aclarar después las dudas.

«Están no permanente aventurismo», replicó de inmediato el portavoz del PP, Pedro Puy, para recriminar a los socialistas. Es más, lo hizo citando un informe de los profesores Fernández Leiceaga y Santiago Lago, en el que advertían que Galicia haría «un negocio moi malo» con un concierto propio. «E tamén publicaron o impacto da independencia de Cataluña, que sería de 800 a 1.100 millóns para Galicia», zanjó.

Laxe y Touriño avalan con su experiencia al nuevo candidato a la Xunta: «Tócalle encabezar e liderar o Goberno», sostienen

Los expresidentes gallegos Fernando González Laxe (1987-1990) y Emilio Pérez Touriño (2005-2009) son paran el PSdeG-PSOE algo parecido a dos iconos, dos grandes símbolos vivos. Su recuerdo va asociado al éxito, a la llegada al Gobierno. Su experiencia suele mentarse para reivindicar el cambio político. Y de la carga simbólica que traslada su imagen quiso empaparse ayer el candidato de los socialistas, Xoaquín Fernández Leiceaga, que los citó en Santiago para enviar un mensaje de unidad al partido y reforzar su opciones de competir por la Xunta.

El encuentro de los expresidentes socialistas con Leiceaga se produjo en las dependencias del Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC), antes de que los tres salieran a los jardines de Bonaval para conversar y dejarse retratar por los periodistas. «Quería explicarlles as claves do meu proxecto para as eleccións», manifestó Leiceaga, quien durante la campaña de las primarias del PSdeG, en la que se impuso frente a Méndez Romeu, reivindicó varias veces las figuras de Laxe y Touriño para dejar claro que siempre que se promovió una alternativa a la derecha en Galicia fue mediante coaliciones de gobierno capitaneadas por el PSdeG.

«Solvencia e estabilidade»

Tanto Touriño como Laxe compartieron unos instantes de conversación ante las cámaras con el candidato, al que conocen ya desde la época de estudiantes universitarios, pues todo ellos cursaron la carrera de Económicas y acabaron después de docentes. «Pode ser un bo presidente para Galicia», dijo Touriño sobre quien fuera uno de sus colaboradores parlamentarios en su etapa de presidente. «É unha persoa que ama e coñece ben o país», agregó, que tiene «sobrada experiencia e capacidade» y que puede ofrecer un «proxecto de solvencia e estabilidade para liderar o país», insistió.

González Laxe abundó que, en aras de la alternancia política, «tócalle ao Partido Socialista encabezar e liderar o Goberno, e mellor que Leiceaga non o hai no noso partido». «Estamos aquí para avalar a súa capacidade», dijo Laxe. Y reiteró: «Tócalle». Entretanto, Touriño puso el acento, a modo de deberes, en el trabajo que hay por delante, que consiste en impulsar un proceso de regeneración política, que genere empleo estable y corrija las desigualdades provocadas por la crisis.

La renovación que surgió de las primarias toma la primera fila

Los diputados del PSdeG escenificaron ayer el proceso de renovación de caras iniciado con las elecciones primarias que le dieron la victoria a Leiceaga y provocaron la dimisión de Méndez Romeu como portavoz en O Hórreo. Su puesto fue ocupado, en primera fila del hemiciclo, por la nueva portavoz, Patricia Vilán, y los viceportavoces Emilio Vázquez y Noela Blanco.

El Grupo Socialista evitó avalar en los últimos años hasta seis proyectos de ley del Bloque

El Grupo Socialista justificó ayer su voto favorable a toma en consideración de la proposición de ley del BNG sobre el concierto económico gallego en que tiene por costumbre apoyar las leyes promovidas por el resto de la oposición para su debate. Otra cosa es que, después, se desmarque de su contenido. Y ese fue el criterio que se impuso en la reunión celebrada por el grupo parlamentario el pasado lunes y que expresaron de forma disciplinada todos los diputados.

Pero no siempre fue ese el criterio que rigió en las filas del grupo parlamentario socialista. De hecho, bajo el mandato de Núñez Feijoo en la presidencia de la Xunta, que se inició en abril del 2009, el PSdeG evitó respaldar hasta seis textos legislativos impulsados por el BNG debido a las diferencias insalvables que mantenía con los mismos.

Sin ir más lejos, en la actual legislatura votó en contra, junto con el PP, de la toma en consideración de una proposición para alterar la Ley de Amnistía de 1977, a la vez que votó en contra de otro texto nacionalista para regular las consultas populares. El BNG también promovió una reforma de la ley electoral, de la que el PSdeG se abstuvo.

En la legislatura anterior, leyes promovidas por el BNG para suprimir las diputaciones, crear el servicio público audiovisual o asumir el Salvamento Marítimo tampoco fuera aceptadas por el PSdeG ni siquiera para su debate.