Retiran un avispero de una iglesia románica del casco urbano chantadino
06 sep 2016 . Actualizado a las 22:17 h.La presencia de la avispa asiática (vespa velutina) fue detectada ayer por primera vez en la comarca lucense de Chantada. Sucedió dentro del casco urbano de la propia capital comarcal y en un lugar muy destacado: en la iglesia románica de San Salvador de Asma, conocida popularmente como O Convento. A primera hora de la tarde, los bomberos del parque chantadino fueron alertados por los vecinos acerca de la presencia de un avispero en un muro exterior del templo. El nido estaba colgado de un alero, junto a un canecillo, a varios metros de altura sobre el suelo.
Los bomberos acudieron al lugar provistos del equipamiento necesario, con trajes y máscaras del mismo tipo que las utilizadas por los apicultores. Uno de los bomberos subió por una escalera hasta el avispero y pudo ver que allí se encontraban varios insectos. Ante la sospecha de que se tratase de avispas asiáticas, se tomaron varias fotografías antes de proceder a la retirada del nido. Poco después, un experto de la Consellería de Medio Rural -tras examinar las imágenes enviadas por correo electrónico- confirmó que se trataba efectivamente de la especie invasora.
Hasta ahora, la avispa asiática apenas se ha detectado en el sur de la provincia de Lugo. Según los datos de Medio Rural, el único precedente en la zona es el de un nido localizado en el municipio de Sober. De acuerdo con este mismo organismo, los casos más próximos a Chantada -aparte del mencionado- se encuentran en la propia capital de la provincia y en los municipios de Melide -A Coruña-, Vila de Cruces, Silleda -Pontevedra-, Boborás y Leiro, estos dos últimos en Ourense.
Expansión hacia el interior
En un seminario internacional sobre esta especie que se celebró la pasada semana en Lugo fue presentado un estudio que indica que la avispa asiática se está extendiendo hacia el interior de Galicia desde las zonas costeras. Según el mapa de detecciones comprobadas de Medio Rural, el interior lucense y la provincia de Ourense son por ahora las zonas menos afectadas de toda la comunidad. El mismo estudio advierte de que erradicar esta especie ya se considera imposible y que solo se puede aspirar a frenar su avance.