El diputado de Lugo expulsado del PSOE logra, con el apoyo del PP, que le den una dedicación exclusiva y le asignen un auxiliar

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

GALICIA

ALBERTO LÓPEZ

Martínez alegó que para atender sus obligaciones como diputado tiene que dejar las clases en el colegio de Becerreá, con el consiguiente perjuicio para sus alumnos y el inevitable aumento de la carga de trabajo para sus compañeros

28 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El diputado provincial lucense no adscrito Manuel Martínez, expulsado del grupo socialista por la tenaz defensa que hizo de su derecho a ser el candidato del PSOE a la presidencia de la Diputación de Lugo, logró ayer el apoyo del grupo del PP para que se le reconozca una dedicación exclusiva, disponer de un local y contar con un auxiliar administrativo de confianza. Socialistas y nacionalistas se opusieron y, por momentos, unos y otros se echaron en cara las respectivas posiciones en los primeros días del mandato, cuando el voto a sí mismo de Martínez permitió que por unas semanas fuese presidenta la popular Elena Candia. Martínez matizó en la moción que la dedicación exclusiva se hará efectiva cuando lo indique él; parece que dejará un margen de tiempo amplio al gobierno para cumplir el acuerdo, pero está decidido a acudir a la vía judicial si, llegado el momento, no se ejecuta.

En el debate de la proposición de Manuel Martínez se ausentó unos minutos el presidente de la Diputación, Darío Campos, para dejar que fuera el vicepresidente, Álvaro Santos, el que llevase la voz cantante en este asunto. Santos argumentó que para pertenecer a la junta de portavoces es necesario estar adscrito a un grupo político, circunstancia que no se da en el caso de Martínez, alcalde de Becerreá. Igualmente, entendió que no tiene derecho a un despacho propio y que el pleno no tiene competencias para reconocérselo. En cuanto al personal de confianza (un auxiliar administrativo), Santos argumentó que es una cuestión que se resuelve al inicio del mandato, en el pleno de organización, y que, en todo caso, dicha asignación no podría efectuarse hasta el nuevo presupuesto.

En cuanto a la asignación de la dedicación exclusiva, Santos se amparó en el contenido de un informe técnico y dijo que, para aprobar dicha asignación, habría que levantar el reparo técnico. «O feito de ser non adscrito implica que non pode ter más dereitos dos que puidera ter no seu grupo de procedencia».

Por el PP, Elena Candia puso como ejemplo lo ocurrido en el Parlamento de Galicia en la pasada legislatura con diputados de AGE que dejaron su adscripción inicial «e tiveron dereitos económicos para desempeñar as súas funcións».

Martínez señaló que para atender sus obligaciones como diputado tiene que dejar las clases en el colegio de Becerreá, con el consiguiente perjuicio para sus alumnos y el inevitable aumento de la carga de trabajo para sus compañeros. El nacionalista Xosé Ferreiro sugirió, irónico, que la dedicación exclusiva se la cedan el PSOE (grupo del que procede) o el PP (grupo con el que coincide en numerosas ocasiones), «porque unha dedicación exclusiva son máis de 50.000 euros». A su vez, el socialista Santos recordó a Martínez que tiene derecho a permisos e indemnizaciones (si no cobra dedicación exclusiva), por lo que no está imposibilitado para efectuar su trabajo.