Feijoo retrasará hasta el 2018 la salida de conselleiros para aspirar a alcaldías

Juan María Capeáns Garrido
Juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Javier Lizón | efe

Las candidaturas de Mato y Rey Varela en A Coruña y Ferrol se dan por hechas, y quedan pendientes Lugo y Pontevedra

15 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El PPdeG se ha permitido cinco meses de ralentí desde que ganó las autonómicas a finales de septiembre, pero el pasado sábado el presidente, Feijoo, y el secretario general, Miguel Tellado, metieron la primera marcha para llegar con velocidad de crucero a la cita con las municipales, dentro de 26 meses. Los movimientos no tardaron en desencadenarse allí donde más falta hacían y, 72 horas después de arrancar la maquinaria, Beatriz Mato despejó la primera duda. La conselleira de Medio Ambiente ha dado el preceptivo paso adelante y aspirará a presidir el partido en A Coruña a partir del congreso local del 21 de abril, y en consecuencia se convierte en la principal candidata a ocupar el cartel electoral popular en el 2019.

Este movimiento refuerza la interpretación en clave local de una inusual decisión de Feijoo, que dejó a cinco de sus diez conselleiros con escaño en el Parlamento: la propia Beatriz Mato, Alfonso Rueda y Rosa Quintana -los tres más veteranos del Gobierno-, además de Francisco Conde y José Manuel Rey Varela. Este último, exalcalde de Ferrol, presidente del comité local y verdadero referente del PP en la ciudad, puede salir junto a Mato y regresar al ruedo municipal, algo que no se va a producir hasta bien avanzado el 2018, quizás en primavera. En ese momento, a un año de la cita con las urnas, el presidente les pedirá a ambos que dejen sus responsabilidades en el Gobierno para dedicarse a pisar sus respectivas urbes, pero se garantizarán el peso político -y el sueldo- al seguir como parlamentarios en Santiago. Con esta jugada, Feijoo colocaría a cinco exconselleiros como cabezas de cartel en las principales ciudades, con Agustín Hernández en Santiago, Xesús Vázquez en Ourense y Elena Muñoz en Vigo. Esa es la foto fija que busca la dirección del partido, que también es muy consciente de las variables externas que pueden alterar la hoja de ruta, como las debilidades del ejecutivo ferrolano o de los propios populares en el Gobierno central.

Dos soluciones distintas

A expensas de los factores externos, sobre el tablero faltan por resolver dos incógnitas. En Lugo se despejará pronto, en cuestión de días, y la operación será más sencilla, con la garantía de que el actual portavoz, Jaime Castiñeira, se centrará en su escaño en O Hórreo. El próximo líder del partido saldrá «del entorno municipal», aseguran desde Santiago, y esa opción fija los focos en el concejal Enrique Rozas, aunque el subdelegado del Gobierno, Ramón Carballo, también tiene boletos y mimbres para asumir galones, e incluso hay quien los ve formando tándem.

En Pontevedra la situación es más compleja por el batacazo del 2015 de Jacobo Moreira. El actual portavoz municipal también es diputado autonómico -iba en un discreto puesto 18- y a día de hoy el partido -Alfonso Rueda, en realidad- se debate al 50 % entre darle una segunda oportunidad, como ha hecho con otros candidatos, o buscar otros perfiles para los que aún es arriesgado poner caras. Será el último nudo urbano por deshacer y la decisión se fía larga.