IES Laxeiro (Lalín): el lugar donde forman a las personas

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira LALÍN / LA VOZ

GALICIA

miguel souto

La colaboración del Concello y el servicio de orientación del IES permite diseñar apoyos al alumno que los necesita

05 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El IES Laxeiro, de Lalín, es uno de los centros con más estudiantes de ESO premiados por su esfuerzo en el estudio. Como el corazón de Galicia no tiene más problemas socioeconómicos y familiares que otro punto de la comunidad, resulta razonable pensar que hay otras razones para tanto galardón. Y efectivamente, así es: el trabajo de la orientadora del centro, Ana Gulias; el apoyo del director, Uxío Grande; la labor de Gracia Santorum en la biblioteca; y el apoyo de las trabajadoras sociales del concello. Entre todos consiguen una formación individualizada, una atención cuidadosa, especialmente en la ESO.

Hay que tener en cuenta que el Laxeiro es enorme: tiene 640 alumnos, y de todas las etapas, desde ESO y bachillerato hasta las tres FP (básica, ciclo medio y superior) y enseñanza de adultos de secundaria y bachillerato.

Ana Gulias explica que el truco está en la buena coordinación con el Ayuntamiento, cuyos servicios sociales están al tanto de cualquier alumno que pueda necesitar refuerzo, y ya hay un protocolo establecido en las dos direcciones. Y en el interés del centro por que cada estudiante alcance su máximo potencial. Uxío Grande incide en esta década de éxitos del departamento de orientación, y lo une a los programas de refuerzo (PROA). Estos funcionan, explica, «se fas unha boa selección do alumnado participante e tes un profesor motivado». La relación con las familias está tan cuidada que hasta hay una sala exclusiva para que los tutores atiendan a los padres.

Como complemento de lo anterior, hay un esfuerzo especial por los alumnos de FP. «Atopamos máis empregos que a oficina do INEM», bromea Grande. Primero, porque han implantado la formación en el centro de trabajo (FCT) en la parte final de los ciclos; después, porque gestionan los currículos de los alumnos con las empresas de la zona, y a eso hay que sumar el vivero de empresas de reciente creación.

Si hay algo que tiene claro Uxío Grande es que ellos tratan con jóvenes que hay que cuidar y atender. Por eso tienen en marcha dos proyectos de detección del acoso y son muy importantes: TEI, la tutoría entre iguales, y un programa propio que todavía está formándose. Iria, Ana y Rebeca son tres de estas mediadoras, todas alumnas de primero de bachillerato. Por el momento escuchan las necesidades de sus compañeros y atienden casos en los que no haya agresiones.

«Aprendemos a ser empáticas -dice Iria- e a recoñecer como intervir nun caso». «Non podemos preguntar directamente en plan “que che pasou”, senón que hai que dar pé a que falen, tipo “cóntame o que che pasou”», explica Ana. Iria reconoce que el Laxeiro es un instituto tranquilo, aunque han detectado algunas burlas. Otra cosa es el machismo, muy común entre los estudiantes, incluso en ellas mismas: «Encantábame a serie El barco, víaa moi romántica -reconoce Iria, y Rebeca asiente-, pero dende que a vin dende unha perspectiva de igualdade, decateime de que é supermachista». El machismo es algo que preocupa mucho en el colegio, especialmente a Gracia Santorum, por eso tiene cuatro clubes de lectura de igualdad, y el feminismo se extiende por todas las actividades del centro: desde la performance que organizan el 25 de noviembre hasta la actividad poético-musical del 8 de marzo pasando por un hall dedicado a la igualdad, y gestos simbólicos como el lazo gigante que adorna el patio o las violetas que se plantan, una por cada mujer asesinada. Incluso un libro de haikus e ilustraciones que cuenta con la aportación de escritores y escritoras famosos.

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Ordenadores en primero y segundo y Robótica como asignatura estrella

La tecnología es muy importante en el IES Laxeiro. Ya hace años que tienen robots gracias a un programa europeo que les consiguió dotación de Lego, ocho piezas que son su orgullo. Después se han sumado otras entregas, como la que la Consellería de Educación envió el curso pasado, un kit de robótica y una impresora 3D (uno para cada instituto de Galicia). Jorge Fuentes explica que su clase de tecnología está dividida en tres partes: la parte de diseño, donde se trabaja con los robots y que incluye el recambio de piezas gracias a la impresora 3D; después está el apartado de simulación, donde se trabaja con los ordenadores de la clase para programar los robots y diseñar sus aplicaciones; y, finalmente, el espacio para construir, el maker space, un taller donde hacen realidad sus proyectos. Hay muchos ejemplos, en los que usan las placas de Arduino, y destaca un dispositivo que calibra la cantidad de sol que llega a un punto y avisa de la radiación ultravioleta que pueden afectar a las personas.

A esto hay que sumar que primero y segundo de ESO son cursos Edixgal, donde cada alumno tiene su portátil y mantiene la comunicación con el centro también desde casa.

Grande añade la apuesta del centro por el control informático: «Cada día ás oito da tarde, as familias teñen no seu móbil as faltas de asistencia ou comportamento dos fillos», y cuando llega un sustituto tiene todos los informes en la nube.