El atestado del incidente de Paula Quinteiro: tres coches con retrovisores rotos, insultos y un «eu son deputada»

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

«Tedes que saber que eu teño un réxime especial; vou interpoñer unha interpelación parlamentaria pola actuación policial», transcribieron los agentes sobre las palabras de la representante de En Marea

28 mar 2018 . Actualizado a las 17:30 h.

El atestado redactado por la Policía Local de Santiago en la madrugada del sábado revela que tres de los coches estacionados en la rúa Pitelos tenían el retrovisor derecho roto y que otros vehículos presentaban los espejos movidos, sin mayores desperfectos. Eso fue lo que se encontraron los agentes una vez que se presentaron en el lugar de los hechos tras ser alertados por la llamada de un vecino. Sin embargo, previamente y dada la gravedad del caso, los agentes se habían dirigido a un grupo de jóvenes cuyas características se correspondían con la descripción hecha por el denunciante de la llamada, quien había identificado en la pandilla a un joven que vestía una gorra de color verde.

El informe policial revela que, junto a esta persona y dentro de un grupo de otras quince, se encontraba otro joven que llevaba una cerveza, que intentaba golpear el mobiliario urbano y que, al constatar la presencia policial, no solo hizo una peineta, sino que además gritó: «Policía hijos de puta».

En su relato de los hechos, los agentes explican cómo, al intentar identificar a la persona más agresiva, esta no solo se negó, sino que reclamó la intermediación de Paula Quinteiro, quien, según la policía, trató de impedir que los agentes tomasen los datos del joven. Esto es lo que, literalmente, transcriben los agentes sobre lo que dijo la representante de En Marea: «Que facedes? Eu son deputada e estades a interferir no meu labor parlamentario. Vós sabedes o que estades facendo? Estades a secuestrar o meu labor parlamentario e tedes que saber que eu teño un réxime especial; vou interpoñer unha interpelación parlamentaria pola actuación policial». La diputada, en cambio, defendió que, lejos de entorpecer el trabajo de los policías, intentó mediar y así se lo confirmó al propio alcalde compostelano, Martiño Noriega, quien calificó el incidente como «menor» porque así se lo habían trasladado los propios agentes.

Pese a todo, en el episodio de forcejeo con el grupo, un agente de la Policía Local terminó en el suelo, como recoge el atestado. Finalmente, no se produjo ninguna denuncia ni ninguna detención porque no se pudo probar que el grupo de la diputada fuese el que había cometido los actos vandálicos.