
Es catedrático de Ecologia y director del Campus do Mar en el equipo de Salustiano Mato
15 abr 2018 . Actualizado a las 18:20 h.Emilio Fernández Suárez (Vigo, 1961) es catedrático de Ecología y director del Campus do Mar dentro del equipo del actual rector Salustiano Mato. Sin embargo, nunca formó parte del grupo de este último, Alternativa Universitaria.
-¿De qué le servirá la experiencia del Campus do Mar si sale elegido?
-Me ha permitido conocer los diferentes ámbitos de investigación y la gran capacidad de cooperación con los diferentes actores del entorno y con los agentes sociales; me coloca en una buena posición para establecer los contactos y relaciones que tiene que hacer un rector, no solo con las universidades gallegas y portuguesas, sino también con la Xunta, concellos, diputaciones, Zona Franca, Puerto... con todo el capital que ha generado el Campus do Mar.
-¿Qué le une y qué le separa del equipo actual?
-Estoy muy orgulloso de haber trabajado con él, pero ahora estamos en una fase nueva que agrega personas de orígenes y sensibilidades muy distintos a los del equipo actual y de la oposición. Nuestro programa es de integración: pretende conservar todo lo bueno que se hizo, que es mucho, y mejorar otras políticas.
-¿A qué políticas se refiere?
-A algunas que tienen que ver con el profesorado y con la organización académica, queremos potenciar los másteres y la escuela de doctorado, pero manteniendo una prudencia presupuestaria. Avanzar en lo que se ha hecho bien y reforzar y mejorar otras cosas que dependen del momento económico y que esperamos que sea mejor que por el que pasó el equipo anterior.
-¿Mantendrá el equilibrio presupuestario?
-Sí. De ninguna manera vamos a endeudar a la universidad. Uno de los grandes valores del equipo saliente es que deja las cuentas saneadas y eso permitirá relanzarnos en esta etapa.
-Pero ¿podrá desarrollar su programa?
-El presupuesto es el que es, aunque pelearemos para que lo aumenten. Nuestro programa es realista, no consiste en ofrecer a cada uno lo que quiere. Hay aspectos que la otra candidatura ofrece y que nosotros no porque no podemos. La comunidad universitaria tendrá que decidir cuál de los programas es más creíble.
-¿Cuál es el principal problema de la Universidade de Vigo?
-Uno a solucionar a corto plazo es la falta de ilusión por muchas causas, como los recortes y el decreto Wert. Tenemos que escuchar las demandas de todos los sectores, profesores, personal de administración y servicios y estudiantes. El siguiente problema es la necesidad de pensar cómo va a ser nuestro futuro, tenemos que diseñar qué universidad queremos para el año 2030. Elaboraremos un plan estratégico en un año que nos permita establecer el rumbo. Debido a los recortes solo hemos podido reemplazar parte de la plantilla jubilada: esto ha provocado que esté envejeciendo, no entra savia nueva y necesitamos abordar de forma urgente el problema, hay áreas enteras que pueden llegar a desaparecer en pocos años en bloque. Tenemos que contratar más personal, es fundamental para esta universidad.
-Proponen un alumnado más culto.
-Formamos muy buenos especialistas en un campo, pero tenemos una deficiencia importante en formar universitarios, y entiendo por ello un ciudadano crítico, culto. Lanzaremos un programa transversal en el que profesores y estudiantes de un ámbito se formen en otro. Fortaleceremos el programa de mayores como si fuera un centro en sí mismo: hay 600 estudiantes y son nuestros embajadores en la sociedad. La cultura dejará de ser un departamento sectorial y pasará a depender directamente del rector: le queremos dar el peso que se merece.