En el 2017 fueron incoados en los juzgados gallegos 72 casos de abuso y 32 de agresiones
14 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.No se puede afirmar que son más, pero sí que se detectan y se denuncian más. Desde que la Fiscalía General del Estado aporta los datos desagregados de los delitos contra la libertad sexual cometidos contra menores, la cifra no ha dejado de crecer en Galicia en estos últimos cinco años. En los juzgados de la comunidad se registraron 32 agresiones sexuales infantiles en el 2017. Son seis veces más que las incoadas en el 2013. El delito sexual más cometido contra los que no han cumplido los 18 años es el abuso, con 72 casos. El doble que en el 2013. En ambos delitos no hay consentimiento. La diferencia es que el abuso se realiza sin violencia ni intimidación. Da igual la edad.
En total, el pasado año los procedimientos registrados -donde se incluyen otros delitos como la prostitución o la utilización de menores para fines pornográficos- fueron 149. El 15 % de todos los delitos sexuales que entraron en las salas gallegas en el 2017. «Han aumentado las denuncias. Cada vez más personas se atreven a dar el paso. Por ellos y porque no quieren que otros niños pasen por lo mismo», apunta Aida Blanco Arias. En sus despachos de Vigo y Ourense, esta abogada especializada en la infancia acumula unos 20 casos abiertos de delitos contra la libertad sexual de menores. Además, es la presidenta de Amino, la Asociación Abuso y Maltrato Infantil NO. Un colectivo que integra a voluntarios de diferentes ramas en Galicia, desde la pediatría a la Justicia, y que forma parte del grupo de trabajo a nivel nacional que participa en la redacción de propuestas para el anteproyecto de Ley de Protección de Violencia contra la Infancia que prepara el Gobierno socialista.
Recuerda Aida Blanco que, con todo, esto es solo la punta del iceberg. Según Save the Children, tan solo el 15 % de los casos de abusos sexuales a niños llega a la policía. De ese 15 %, el 70 % nunca es sometido a juicio. Otro dato lo aporta la Comisión Europea. Calcula que uno de cada cinco niños europeos sufre al menos una vez en la vida algún tipo de abuso sexual y que alrededor del 85 % conocer a su agresor.
Esa cifra, uno de cada cinco, es también el título del seminario que Amino organiza con la fundación Fapmi mañana sábado en Lugo. Un encuentro dirigido a profesionales que tratan con niños, pero también abierto a todo el público y en el que se abordarán la prevención y detección del maltrato y el abuso contra los más frágiles.
Piden la creación de juzgados especializados en la infancia
m. m.
Este sábado, Amino celebra en Lugo el tercer seminario autonómico sobre prevención del abuso sexual infantil. Una prioridad que han rescatado para la primera línea política personajes populares como el pianista británico James Rhodes. «Por fin está dejando de ser un tema tabú. A quienes los sufrieron siendo unos niños los animo a denunciar. Desde la reforma del Código Penal en el 99, el tiempo para que prescriban estos delitos empieza a contar a partir de que cumplen la mayoría de edad», destaca la abogada Aida Blanco Arias. Para ella, «la ley integral de protección a la infancia es necesaria, pero no significa que no existan ya instrumentos jurídicos para proteger a los menores».
La prioridad para la abogada está en la creación de unos juzgados especializados en la infancia. «De la misma forma que tenemos juzgados de violencia sobre la mujer, los niños necesitan fiscales y jueces especializados y sensibilizados. No es lo mismo interrogar a una persona de 50 años que a un niño de 5. La prueba preconstituida, incluida en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, es un procedimiento desconocido por muchos magistrados. Permite que un equipo psicosocial hable con el menor y que no sea interrogado como un adulto», detalla Blanco Arias.
Chus Ferreira, psicóloga, insiste: «Es fundamental que los profesionales de las áreas relacionadas con la infancia, desde un profesor a un pediatra, tengan una formación específica. Solo así saben reconocer los indicadores de que se puede estar produciendo un abuso». Lamenta que muchos casos «quedan ocultos dentro del ámbito familiar». Valeria Mederer, profesora de educación infantil en un centro de Pontevedra, también realiza talleres de prevención dirigidos a los pequeños. A veces, cuenta Aida Blanco, no son bien recibidos en las escuelas. Valeria Mederer asiente: «El comentario que más escuchas es: “Pero esto aquí no pasa”. Sí pasa, en todas los estratos sociales. La ignorancia es el principal obstáculo». Colabora en Amino junto a su madre, la neuróloga Susana Mederer: «Al ser pequeños, muchas veces no saben identificar que están siendo agredidos». Denuncian su «desamparo». Valeria continúa: «Sí reconocen el malestar que la agresión les produce. Con los talleres buscamos empoderar a los niños, que sepan decir no». Con los adultos, concluye: «Queremos que se pongan las gafas para ver el problema».