Dos registros en Baltar y Ourense permitieron hallar además varios kilos de cannabis
01 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Un joven de 24 años vecino del municipio ourensano de Baltar, José Antonio J. N., ingresó ayer en prisión por orden de la titular del juzgado de Xinzo de Limia. Es presunto autor de delitos de agresión sexual y de tráfico de drogas. Las supuestas víctimas de su proceder son dos menores, de 17 y 14 años, con quienes, según su propio testimonio ante la Guardia Civil y en el juzgado de Xinzo de Limia, mantuvo relaciones sexuales el detenido.
La jueza decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza tras escuchar las versiones de los tres implicados en las actuaciones y recibir la valoración de la Fiscalía, que apreció indicios suficientes para solicitar la privación de libertad. El auto incluye medidas de protección, con orden expresa de alejamiento y de comunicación por cualquier medio posible, ya no solo personal, sino telefónico o electrónico.
Las dos menores son amigas. La mayor sostiene que fue forzada a mantener relaciones en contra de su voluntad. Ocurrió una sola vez, según su testimonio, en el coche del detenido, al cual accedió por su voluntad, pero sin consentir el contacto. Fue, afirma, una violación. La menor, al menos inicialmente, lo entendió de otro modo. Tiene 14 años. Durante un par de semanas se vieron con frecuencia y tenían, de acuerdo con su impresión, una relación sentimental, que incluyó contactos de carácter sexual. Si hubo consentimiento por parte de la joven o que por la diferencia de edad se pueda entender que el detenido ejerció presión sobre la menor y acabe siendo un consentimiento viciado es algo que se determinará en una fase posterior.
Formalizadas las denuncias por las supuestas agresiones sexuales a las dos menores, una vez que la Guardia Civil había cerrado esta parte del atestado, desde el juzgado de Xinzo se ordenaron dos registros domiciliarios. Uno de ellos en una casa de Baltar y el otro en una vivienda de Ourense.
La intervención permitió el hallazgo de una instalación preparada para el cultivo de cannabis en el edificio familiar del municipio de Baltar. Fueron intervenidos varios kilos de plantas y cogollos que estaban en disposición de ser comercializados, según la impresión incorporada a las diligencias. La supuesta venta la haría, según las pesquisas iniciales, entre vecinos de A Limia.
El detenido, sea como fuere, afirmó que la cultivaba y la guardaba para su consumo.
El implicado en este asunto ofreció en el juzgado diferentes explicaciones en relación con la situación expuesta por cada una de las dos menores denunciantes. Niega que hubiese forzado a la mayor en el interior de su coche. En el caso de la más joven, sin embargo, admite que mantuvo relaciones con ella, aunque sostiene que fueron consentidas.