Gabriela Klepsh: «Los efectos de alcohol, hachís y pastillas pueden ser similares a los de la burundanga con alcohol»
GALICIA
La psiquiatra de la unidad de conductas adictivas de Cruz Roja recuerda que se obtiene de una planta con abundante presencia en Galicia, el estramonio
04 dic 2018 . Actualizado a las 21:47 h.La psiquiatra de la unidad de conductas adictivas de la Cruz Roja de Lugo, Gabriela Klepsh, aseguró ayer que la escopolamina, conocida popularmente como burundanga, que supuestamente le fue suministrada a dos jóvenes lucenses el pasado fin de semana, es una sustancia alcaloide que ya usaban las culturas indígenas para curar las heridas. «Tiene un efecto sedante y es un depresor del sistema nervioso, como lo puede ser también el alcohol», dijo la especialista, que reconoció que sus efectos, cuando se mezcla con alcohol, con pastillas y con otras sustancias estupefacientes, puede llegar a provocar unos efectos muy similares y más preocupantes que la burundanga.
Según explicó, sus efectos, los de la escopolamina, son inmediatos y se prolongan entre tres y cuatro horas. Su rastro desaparece del organismo en muy poco tiempo, lo que dificulta detectar su presencia en las analísticas. Carece de efectos secundarios.
«Esta droga -apuntó en referencia a la escopolamina- reduce las funciones motoras, inmoviliza a la víctima e inhibe la producción de serotonina, lo que provoca adormecimiento, pérdida de control y puede traer también convulsiones y parálisis». Según la psiquiatra, estos efectos suponen que, en caso de una agresión sexual, la víctima no está consciente, por tanto no se resiste, lo que dificulta los posteriores exámenes ginecológicos.
«En la Cruz Roja de Lugo no tenemos noticias de que se esté utilizando la escopolamina -explicó la profesional- y cuando ocurren esas cosas habitualmente nos las suelen contar. No podemos olvidarnos de que esta sustancia sale del estramonio y esta es una planta que abunda en Galicia, sin ir más lejos, y la hay en algunos cultivos, en los que resulta difícil de erradicar».
La psiquiatra se refirió también a que una de las víctimas reconoció que había aparecido desnuda en la habitación de una pensión. «Para que el consumo de escopolamina provoque amnesia -añadió- es necesario que se mezcle con alcohol, que potencia el depresor y que puede llegar a provocar la muerte».
La profesional manifestó estar bastante más intranquila por otras sustancias a las que tienen acceso y consumen los jóvenes. «Lo realmente importante aquí y ahora es la mezcla de sustancias. El alcohol y el hachís son depresores y si se le añaden pastillas, como benzodiazepina, los efectos del cóctel pueden ser muy similares a la burundanga, consumida con alcohol y esto es realmente más preocupante porque se está dando a gran escala entre los jóvenes».