Los líderes de En Marea se juegan su futuro en una marca debilitada

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

Tras el cierre de las votaciones, hoy se sabrá quién manejará los hilos del partido

24 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La llamada unidade popular, que hace poco más de dos años quiso poner en manos de la «xente do común» los designios de Galicia, se juega hoy su porvenir tras la crisis desatada en las últimas semanas por unas primarias en las que Luís Villares y David Bruzos pelean por la dirección de En Marea, pero que, en realidad, son determinantes para decidir el futuro político de sus líderes. Porque lo que se vendió como un partido instrumental en el que todo lo decidían los inscritos es en realidad una guerra de liderazgos en la que los portavoces de las diferentes organizaciones pusieron demasiada carne en el asador. De ahí que, cuando esta mañana, al cierre de las urnas, se sepa cuál de los sectores enfrentados se hace con el control, todos ellos deberán recolocarse en el tablero.

Para los alcaldes, los resultados serán determinantes a cinco meses de las municipales Se juega mucho el alcalde de Santiago, que desde Compostela Aberta impulsó la Mesa pola Confluencia y provocó la ruptura definitiva del sector crítico con la dirección de Villares, lo que le pasará factura, si pierde, a unos meses de las municipales. Antes que Martiño Noriega fue el regidor coruñés el que le lanzó un pulso al magistrado en excedencia, por lo que Xulio Ferreiro también deberá echar cuentas una vez conocidos los designios de las urnas. Y lo mismo el alcalde de Ferrol, menos beligerante en el pasado, pero que en los últimos meses tuvo sus más y sus menos con Villares a raíz de la presentación de una marea alternativa a Ferrol en Común para las municipales.

Pero también tiene mucho que ganar o mucho que perder Antón Gómez-Reino, que se postuló para la secretaría xeral de Podemos Galicia con el objetivo de reconducir la estrategia común entre el partido morado y las mareas y que lideró la construcción de una candidatura alternativa diseñada para arrebatarle el poder a Villares. La victoria de la lista encabezada por David Bruzos, cercano a Gómez-Reino, colocaría al diputado en Madrid en los puestos de referencia del proyecto, pero su derrota cuestionaría su liderazgo entre unas bases que ven con recelo los acuerdos con En Marea.

Luís Villares no tiene cabida en el plan de los críticos si estos se hacen con el control Y como Podemos, Esquerda Unida, que difícilmente tendría el peso que tiene en la política gallega sin En Marea, siglas que hicieron a su coordinadora nacional, Eva Solla, vicepresidenta del Parlamento de Galicia. Yolanda Díaz, por su parte, pende de los resultados para explorar su futuro político, cada vez más vinculado a Podemos por sus afinidad personal con Gómez-Reino y con Pablo Iglesias.

Se juega mucho Antón Sánchez, quien se verá fortalecido como líder de Anova si gana Bruzos, pero si pierde, deberá rendir cuentas ante el sector del partido afín a Villares.

Y sobre todo se juega su futuro político Villares. Si pierde, será apartado sin misericordia de la dirección, y quizás también de la portavocía parlamentaria. Si gana, será el líder indiscutible de En Marea, pero de la mitad de En Marea, porque la otra parte abandonará el barco.