La cocaína llegó a Oporto escondida en fruta para una empresa de Ourense
10 dic 2019 . Actualizado a las 19:59 h.La ruta empezaba en algún punto de la costa de Colombia, seguía en buque por el Atlántico escondida en un contenedor con cajas de fruta, se descargaba en el puerto de Leixões (Oporto) y seguía por carretera hasta Ourense. Allí, en la ciudad de As Burgas, una conocida empresa de frutas era la destinataria del primer alijo de droga incautado en Galicia en el 2019. La operación explotó el viernes y prosiguió ayer con la participación directa de las comisarías de Pontevedra y Ourense para caer sobre los ocho detenidos en la operación. Entre ellos, el propietario de esta firma especializada en la venta al por mayor de fruta.
También se arrestó a un ciudadano de origen colombiano y al vecino de Vilagarcía J.C.B. Otro de los investigados, que logró darse a la fuga, estaría emparentado con el conocido narcotraficante cambadés huido de la Justicia Lorenzo Toledano. Incluso este investigado que logró esquivar su arresto sería otro habitual del narcotráfico en O Salnés en general y en Vilanova de Arousa en particular. La información que manejaron los investigadores del Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (Greco) en Galicia de la Policía Nacional y del servicio de Vigilancia Aduanera permitió caer sobre los implicados de manera precisa, sabiendo desde que zarpó de algún puerto de Colombia que el buque que transportó el contenedor incluía algo más de 400 kilos de coca entre su carga lícita.
La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 1 de Vilagarcía y la Fiscalía Antidroga de Pontevedra, sigue abierta y no se descartan nuevos arrestos. Los ocho detenidos está previsto que pasen a disposición judicial mañana sobre las 10.00 horas. Entre los investigados estará el propietario de la empresa de fruta, firma que vivió, el pasado mes de octubre, un incendio que los responsables de investigarlo nunca aclararon si fue intencionado, y cuyos daños se estimaron en dos millones de euros.
Este nuevo éxito policial contra el narcotráfico responde al mismo patrón de los últimos alijos incautados, en donde la colaboración de la Policía Nacional Antinarcóticos de Colombia y de la DEA (siglas en inglés de la Administración de Control de Drogas) fue crucial para conocer las intenciones de los vendedores en origen y los métodos para sacar la mercancía del país cafetero.
Los aeropuertos lusos, la otra vía de salida de narcos gallegos para viajar a Sudamérica
Existe la creencia equivocada, entre numerosos implicados en el negocio de la coca, de que viajando a Sudamérica por aeropuertos lusos, están exentos de control de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado español. De ahí que, en el marco de numerosas investigaciones relacionadas con el envío de alijos desde Colombia, Venezuela o Brasil, principalmente, se constate la presencia de numerosos narcos embarcando en aviones a estos países con fines tan ilegales como lucrativos. La realidad es que la lucha contra esta lacra hace muchos años que está coordinada y que las bases de datos, en muchos casos, son accesibles para las fuerzas de seguridad de España y Portugal.
Bolas o maletas de droga
La llegada de personas con el estómago lleno de bolas de coca precintadas, o maletas cargadas de este codiciado alcaloide, supone otra vía de entrada. En este caso, los alijos son de menor entidad que los movilizados en barcos o contenedores, pero más numerosos al bastar una organización menos compleja y, sobre todo, una inversión mucho menor. Y todo ello en un país vecino que cuenta con muchos menos agentes que antes de la crisis económica internacional que arrancó en el 2008, que implicó grandes recortes de los lusos en la lucha contra el narcotráfico.