Láser, ruidos y pirotecnia contra los animales en los aeropuertos gallegos

Carlos Punzón
Carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Halcones usados en el aeropuerto de Alvedro para el control de aves
Halcones usados en el aeropuerto de Alvedro para el control de aves EDUARDO

Siete especies de pájaros, jabalíes y gatos se cuelan en las pistas gallegas atraídas por la proximidad de la costa, y hasta por Sogama

15 abr 2019 . Actualizado a las 23:00 h.

El buitre leonado cruza media provincia de Vizcaya cada día buscando vertederos, restos de mataderos y cadáveres de conejos por los montes vascos. En sus planeos suelen bordear la pista del aeropuerto de Bilbao. En uno de esos desplazamientos, un ejemplar de notable tamaño a punto estuvo esta semana de impactar con un vuelo de Air Nostrum entre Peinador y Loiu. Aena tiene detectada su presencia en el área de incidencia de las operaciones aéreas de la pista vizcaína, y de hecho ya son cuatro los incidentes registrados por aviones en vuelo en esa zona.

¿Y en Galicia hay riesgo? Pues la Agencia Estatal de Seguridad Aérea ha detectado la presencia frecuente de hasta siete especies de aves que acostumbran a volar sobre las tres pistas de la comunidad. Y si hay presencia habitual de aves hay, por tanto, un riesgo.

Para tratar de reducirlo, Aesa y Aena han localizado, en primer lugar, qué tipo de especies viven en el área de influencia de los aeropuertos de la comunidad, sus costumbres de vuelos y desplazamientos y qué métodos se pueden usar para espantarlos.

Comenzando por las acciones de disuasión, es prácticamente común a Lavacolla, Alvedro y Peinador el uso, entre permanente o esporádico, de la cetrería para espantar y dar caza a aves que vuelan sobre la pista. Pero hay métodos incluso más drásticos. En Lavacolla se emplea la pirotecnia contra todas las aves presentes, así como repelentes láser y medios acústicos. Además de distinto tipo de ruidos programados, en Alvedro, donde el servicio de cetrería es permanente, se usan también cartuchos detonantes, que en Peinador son específicamente elementos de pirotecnia.

 La presencia de animales es temida porque puede afectar a las fases críticas de los vuelos

Jabalíes y gatos

Además del peligro por el aire, en el aeropuerto de Santiago se han detectado en el recinto cerrado de Lavacolla ejemplares de jabalíes y diversos gatos. Para espantar a los primeros se ha optado por reparar el vallado en la zona por la que se divisó la entrada de ejemplares. Y en el caso de los gatos, se ha extremado su vigilancia en las áreas de maniobra en pista.

Elegidos los métodos de disuasión, también se ha hecho un seguimiento respecto a la procedencia de las aves que llegan a las pistas gallegas. En Lavacolla se consideran focos de atracción de aves el Auditorio de Galicia, el embalse de la mina de Touro, el Monte do Gozo, parroquias con cultivos notables como O Pedrouzo y O Pino, el área fluvial de Sigüeiro y los pastos existentes en ambas cabeceras de la pista.

Los focos de atracción son incluso más lejanos en el caso del coruñés de Alvedro. Aesa considera que las islas Sisargas tienen una incidencia notable sobre la presencia de gaviotas sobre la pista coruñesa. No en vano hay registradas 7.500 parejas de gaviotas patiamarillas y reidoras. Aunque no sobrevuelan el aeropuerto, sí influyen en los flujos costeros de las grandes gaviotas. La actividad pesquera del puerto es señalada como más influyente en la fauna activa en el área de vuelo, así como las islas de San Pedro, la ría de O Burgo, el lago de Meirama, los pastos en zonas de maniobra existentes dentro del perímetro del aeropuerto, eucaliptales próximos e incluso la planta de Sogama, principal vertedero de Galicia, que concentra el 80 % de los residuos de la comunidad, en Cerceda, a 20 kilómetros del aeropuerto.

Y en Peinador los bosques y la laguna del campo de golf anexo al aeropuerto, los montes de eucalipto de la zona, los pastos de hierba del propio aeropuerto y las charcas que se forman en épocas de lluvias son los puntos que hacen que la presencia de aves sea frecuente y puedan constituir ciertos problemas.

La retirada de nidos, captura de ejemplares e inspección dentro y fuera de los aeropuertos completan un plan contra una de las amenazas más temidas en las fases críticas de los vuelos.